Madrid | 26.04.2019 07:26 (Publicado 26.04.2019 07:24)
La segunda, que todos hemos hablado mucho más de los pactos futuros del gobierno que de programas. Eso significó que se ha vuelto a una división clarísima entre una España de derechas y una España de izquierdas, y así serán leídas las elecciones del domingo.
La tercera, que ha sido la campaña de los indecisos. Un 42 por 100 que auna semana de las urnas no sabían a quién votar es una medida cruel del desconcierto ciudadano y la ausencia de líderes con auténtico tirón.
Y la cuarta, la aparición de Vox como partido creciente que condicionó todo, hizo escorar al PP y a Ciudadanos más a la derecha y al cierre sigue siendo la gran incógnita y quizá la gran sorpresa del domingo.
Además de eso, tenemos que Cataluña y las acusaciones de pactos secretos envenenaron las relaciones y las redes sociales cumplieron una notable función: fueron escenario de propaganda y fake news, pero las mayores fake news fueron las dichas por los candidatos en sus mítines y declaraciones. Calificación final: una campaña manifiestamente mejorable, salvada a medias por los debates y que nos lleva a un escenario imprevisible, pero marcado por la fragmentación.