No quisiera yo convertir la previsión de las encuestas en resultado electoral. Pero, a la vista de esas previsiones, sí parece que el PSOE pierde fuerza. Tiene la inercia de su rica historia, pero anda a la baja. El sondeo de hoy de El País es el peor, porque apunta a que puede sufrir el sorpasso de Mas Madrid. Me preguntas si está regalando su campaña. Yo le veo cinco puntos débiles.
Primero, que no habla de su gobierno, sino de un tripartito y, si da la misma importancia a Podemos y a Más Madrid que a sí mismo, se diluye. Segundo, que en este PSOE todo parece descolocado. El discurso de un hombre tan apreciado como Gabilondo no se corresponde con su forma de ser. Los ministros que salen a los mítines caen en un pecado que no llamaré de histeria, pero sí de hipérbole, personificada en el de Interior.
Tercero, que desde el debate abortado del viernes, los socialistas parecen seguir los pasos de Pablo Iglesias: si él se levanta, ellos también, le regalan la iniciativa. Cuarto, en propuestas de cambio y de gobernación, es más novedosa la señora García, candidata de Más Madrid. En griterío en el mitin o ante los micrófonos, los maestros son los de Podemos y le ganarán siempre a un hombre de orden y ley como Gabilondo, que lo pasa mal hablando de cordón sanitario. Y quinto, que estamos en Madrid. Y en Madrid lo que huela a Pedro Sánchez no suscita exactamente entusiasmo. Creo que esas son las claves de lo que parece un regalo y es una simple descolocación.