OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Del verano y los puentes"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo de 'Más de uno' sobre la precampaña de los partidos, en la que el PP ha colocado a Borja Sémper en una playa falsa, Sánchez ha debutado como presentador humorístico y Yolanda Díaz se niega a responder sobre qué opina Sumar sobre la autodeterminación.

Carlos Alsina

Madrid | 23.06.2023 08:37

La víspera de San Juan. La noche de este viernes es noche de tradición, de rituales, de creer en la magia y de encomendarse al fuego purificador. Huele a verano. ¡A Verano Azul!, dicen en el PP, orgullosos del ingenio de su equipo de publicistas. Quién nos iba a decir que escucharíamos a los candidatos del PP silbando no el himno electoral del partido sino la cabecera de la serie de Mercero.

Por si usted no lo ha visto todavía, el PP descalzó ayer a su portavoz, nuestro amigo Borja Sémper, lo colocó en medio de una pista de vóley (venga arena) rodeado de sombrillas y con un fondo (falso) de horizonte playero. Cosas que se hacen. Look de veraneante urbanita para presentar este spot en el que se anima al personal a votar el 23 de julio con un único argumento: jubilar a Sánchez. Dices: ya podían haber añadido lo irresistible que resulta el proyecto que encarna Feijóo y él candidato en sí mismo, pero debe de ser que entonces el spot les quedaba largo. Con echar a Sánchez, vale.

Uno siente cada vez más curiosidad por saber cómo son las tormentas de ideas que terminan desembocando en estas cosas

Viendo los nuevos artefactos comunicativos que se les van ocurriendo a los campañistas de los partidos uno siente cada vez más curiosidad por saber cómo son las tormentas de ideas que terminan desembocando en estas cosas. ‘Oye, ¿y si sacamos a Borja de veraneante, como si fuera Pancho, silbando mientras pedalea con Cuca y Bendodo?' 'Sí, qué buena idea'. Y en el PSOE, entretanto, '¿y si disfrazamos a Pedro de Pablo Iglesias, haciendo un podcast en el que entrevista a sus ministros y no para de hacer bromas?' Dices: cuidado, a ver si en lugar de a Pablo se va a parecer a Pam, la secretaria de Estado bromista, y hacemos un pan como unas tortas. ¿A quién se le ocurrirán estas cosas?

Bueno, ya que Sémper evocó ayer 'Verano Azul', hay que lamentar que no encendiera en la playa falsa una hoguera verdadera para quemar en ella todos los mensajes contradictorios que su partido ha venido emitiendo sobre Vox. Y a la vez, hay que felicitarse de que pudiendo haberse puesto a silbar, a lo 'Verano Azul, cuando le preguntaron por Vox prefiriera aparcar la bicicleta y prescindir de la sombrilla para endurecer el tono y decir este par de cosas que no requieren de interpretación alguna.

Principios y no a cualquier precio. El mensaje es nítido. Naturalmente choca con el discurso del compadre Mazón en la Comunidad Valenciana, que no parece que le hiciera ascos al precio que desde el primer momento puso Vox a su Gobierno, pero sitúa el pulso que estos días mantienen el PP y Vox en Extremadura, en Murcia, en Aragón, en un marco distinto ante la opinión pública. O lo pretende. Porque hasta ayer estaba el PP intentando encontrar un criterio que sirviera lo mismo para cerrarle las puertas del gobierno a Vox que para abrírselas y desde ayer en lo que está es en algo mucho más sencillo. Y probablemente más eficaz para el objetivo que busca: que es señalar a Vox como el causante de que las negociaciones no prosperen por ponerle un precio demasiado alto ---y demasiado material: moqueta, sillones--- a sus apoyos necesarios. No es que el PP no los necesite, es que necesitándolos no le vale cualquier precio. No va a tragar con todo.

Primero Sémper, luego Bendodo. Si no hay cambio en Extremadura, o en Murcia, o en Aragón es porque los de Abascal se han subido a la parra. Cuántas veces no le habrá reprochado el PP a Pedro Sánchez que pagara a sus socios parlamentarios cualquier precio con tal de mantenerse.

Este mediodía se constituyen las nuevas Cortes de Aragón. Y será elegida presidenta de la Cámara una diputada de Vox. Lo exigían los de Abascal como condición previa para negociar ahora la investidura de Jorge Azcón. Anoche se decía, primero, que la negociación se había roto porque Azcón les ofrecía una vicepresidencia y gracias. Pero un rato después anunciaron los contrayentes su casamiento. Falta saber si lo siguiente es que Azcón paga el precio de dar consejerías a Vox para ser investido o Vox se resigna a quedarse fuera. Ha aterrizado en Zaragoza el hombre de negro Buxadé, delegado de Abascal para el control de las negociaciones regionales y, a decir del PP, dinamitero. A quien atribuyen el estar volando los puentes.

La cosa, como ven, va de gente silbando. Los del PP silban 'Verano Azul' y los de Vox, 'El Puente sobre el río Kwai'. Lambán se mira en el espejo y empieza a encontrarse un cierto parecido con Guillermo Fernández Vara, el resucitado presidente extremeño que ahoraresponde en inglés a las preguntas.

A un mes de las elecciones generales andan los partidos preguntándose, o inquiriéndose, unos a otros por su proyecto para España. Queremos saber qué propuestas tienen, se desafían de mutuamente. Pero lo cierto es que los partidos no han presentado aún sus programas electorales. A la vicepresidenta Calviño le pregunté en este programa la semana pasada y dijo que estaban en ello, que el programa como tal aún no está y que ya se verá, cuando lo presenten, qué plantean sobre los impuestos, por ejemplo.

Sumar, que es el competidor debutante en estas elecciones, tampoco tiene todavía programa. Y ahí, siendo como son ciento y la madre las marcas políticas coligadas es todavía más interesante saber en qué se han puesto de acuerdo. Yolanda Díaz viene predicando estos días, y con razón, que lo fundamental de unas elecciones es decidir en quién se confía y para hacer qué cosas (razón de más para que se dé relevancia al cumplimiento de la palabra dada). Viene promocionando ya la vicepresidenta algunas propuestas: reducir la jornada laboral, garantizar por ley la subida anual del salario mínimo, endurecer el impuesto a las grandes fortunas. Pero programa como tal aún no hay, que es lo que respondió ayer Yolanda cuando le preguntó un periodista por lo que antes habían dicho sus socios de En Común. Esto es lo que dijo Aina Vidal.

Yolanda Díaz ayer tuvo la oportunidad de concretar qué piensa de la autodeterminación, pero pasó palabra

Cataluña tiene que poder votar su futuro pero ésa es la meta, no un freno para no seguir mejorando. Ocurre que en el lenguaje, y la tradición, del partido de Colau 'votar su futuro' siempre ha significado autodeterminación. La meta de la que hablan está explicitada en el programa con que concurrieron en 2019: el reconocimiento de Cataluña como nación y su derecho a autodeterminarse. En Común no es un partido independentista pero sí es soberanista. Sostiene que el pueblo catalán tiene derecho a decidir, sin el resto de España, dónde empieza y dónde termina España. ¿Y Yolanda Díaz qué sostiene? Pues ayer tuvo la oportunidad de concretarlo. Pero pasó palabra.

Es una pena que nadie le dijera que sí, que explicara qué dirá el programa de Sumar sobre la autodeterminación, el referéndum pactado y todos esos artefactos tan el gusto del soberanismo. En Común intentó aguar después el asunto explicando que para esta próxima legislatura el referéndum que defenderán será el de ratificación del acuerdo que salga de la mesa de negociación que tienen abierta el gobierno central y el de Cataluña. O tenían, porque de la mesa en cuestión hace meses que nadie tiene noticia. Queda un mes para las elecciones generales y seguro que antes de ese día habrá aclarado En Común si sigue defendiendo la autodeterminación como hizo siempre y habrá aclarado Yolanda Díaz en qué posición está ella. No es tan difícil: ¿les atribuye ella a los catalanes el derecho a decidir al margen del resto de los ciudadanos españoles o no se lo atribuye? No hace falta esperar a tener publicado un programa electoral para exponer el criterio que una tiene sobre una materia que no es precisamente nueva en el debate político de España.

Vídeo del monólogo de Carlos Alsina