OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Sánchez salva a España de sí misma"

Carlos Alsina desgrana en su monólogo la estrategia que ejecutó el presidente del Gobierno en su rueda de prensa de este lunes con el objetivo de esquivar su responsabilidad en los escándalos de corrupción.

Carlos Alsina

Madrid |

Érase una vez un líder político providencial que gobernaba un país ingrato al que le costaba darse cuenta de la inmensa fortuna que poseía al tenerle a él como gran capitán, oh capitán, guía y salvador de las múltiples amenazas que sobre el país se cernían. Guía, salvador, precursor, visionario e intérprete de sus propios designios.

Érase una vez un líder político que, después de haber hecho historia al tener a sus dos secretarios de organización investigados por corrupción, abuso de poder y enchufismo sin fronteras, se sacudió cualquier responsabilidad y dedicó la tarde del lunes a aleccionar a los demás sobre cómo atajar la corrupción en sus partidos respectivos.

Érase una vez un líder político que, habiendo promocionado a lo más alto de su organización a dos personas corrompidas (presuntamente) y habiendo despreciado todas las informaciones que le llegaron sobre manejos y chanchullos, se presentó ante la sociedad como una víctima. La víctima es él. Por su exceso de bondad, de la que otros se aprovecharon, y porque hay una conjura que busca derribarle desde el mismo día que entró a habitar la Moncloa.

Del autor de esto no va de mí, llega ahora entiéndame ustedes a mí. Entiéndanle, porque es el capitán. Imprescindible. Nadie más en su partido está capacitado para cumplir con esta misión. Los demás líderes son contingentes, pero él es necesario. Nada puede apartarle de la tarea de salvar España de las derechas. La corrupción tampoco es tan grave si sirve para que no gobierne el PP. Esto de "entiéndame ustedes a mí" fue la respuesta que dio a la pregunta ¿nadie le advirtió sobre Santos Cerdán?

La corrupción tampoco es tan grave si sirve para que no gobierne el PP

La culpa de que el presidente afligido estuviera siete años en Babia es de los grupos ultraderechistas que le han montado causas judiciales basadas en falsedades. Cómo iba a creerse él ya nada si es víctima de una maraña de bulos e intoxicaciones. No había causas judiciales sobre su esposa o su hermano cuando, allá por 2015, Santos Cerdán ya le sacaba 'dinerito' a las constructoras en Navarra en compañía de Koldo. No había causas cuando, allá por 2018, recién llegado al gobierno, Ábalos dio vía libre en su ministerio a Víctor de Aldama.

No había causas cuando él mismo despidió a Ábalos sin explicación conocida, o cuando lo recuperó para las listas con la misma falta de explicación. La tropa de golfos prosperó a sus pies, pero él nunca lo advirtió porque estaba entregado a la misión de sanear España. Y cuando brotaron en cascada las sospechas sobre Cerdán, cómo iba a ocuparse de ellas si las publicaban medios críticos y Cerdán, el noble, fiel y discreto Cerdán, lo atribuía todo a la conjura universal como buen altavoz de la doctrina infalible de su líder.

Lo que debe quedar claro es que aquí la víctima es el amo, Pedro Sánchez Pérez-Castejón. Y que España le necesita. Le necesita porque, sin él al frente del PSOE, el gobierno acabaría en manos de las derechas. Interesante, esto. Tenemos a un presidente que admite que si mañana disuelve y vamos a elecciones, gobernaría Feijóo. No se fía de Tezanos, es obvio. Tan clara es la mayoría social de la que dice disfrutar el gobierno progresista, que no se puede arriesgar a que los ciudadanos se pronuncien.

Se repite la historia de la amnistía que desembolsó Cerdán en Suiza, delegado por Sánchez, a cambio del apoyo 'puigdemoníaco' a su investidura: el presidente era consciente de que carecía de mayoría social que respaldara la amnistía y por eso evitó consultar a los ciudadanos. Porque perdía. Se cierra, así, el círculo argumental. Sánchez no se aferra al poder, Sánchez tiene una misión. Y la misión, en la España que hoy le daría el gobierno a las derechas, es salvar a España de sí misma. ¿Es o no es providencial?

La falsificación no es nueva. Ya justificó el presidente pactar lo que fuera con Puigdemont en otoño del 23 para evitar que gobernara Feijóo con Abascal. Pero Feijóo ya había perdido la investidura porque carecía de apoyos para ser presidente. La disyuntiva nunca fue o Sánchez con Puigdemont o Feijóo con Abascal. La disyuntiva era elecciones de nuevo o investidura de Sánchez al precio que fuera. Y escogió esta segunda porque vio clara su condición de salvador. En esa condición pretende seguir siendo visto ahora.

Tanta expectación en torno a los anuncios que haría el máximo responsable del partido del gobierno ayer para acabar en nada. El amo tapona malamente el agujero fecal que le ha dejado Cerdán nombrando a un cuarteto tan avispado que jamás sospechó nada de Cerdán. Incluida la gerente a la que propuso ese modelo de integridad que ha resultado ser Cerdán. La montaña de Pedro parió un ratón y la Ejecutiva del partido se lo aplaudió.

Resulta que, ahora sí, han expulsado a Ábalos. Sin esperar a sentencia judicial. Por insubordinarse al líder cuando este decretó su extrañamiento y su baja como diputado. Ahora sí ha sido posible expulsarle del partido. Hasta ahora era que no. Porque era Cerdán, compadre del exministro, quien descaradamente la demoraba.

Pregunta: ¿nadie en ese partido se percató de que Cerdán se resistía a expulsar a Ábalos? Y en caso de que alguien se percatara, por ejemplo, el secretario general, ¿a qué lo atribuyó? ¿Al deseo de no encabritar mucho al anterior peso pesado, quizá? La demora, ¿contó acaso con la bendición de este secretario general implacable con los sospechosos de corrupción? ¿La alfombra roja a las 'leires' y los 'dolsets' que acudían esponjosos al despacho de Cerdán a escuchar con él grabaciones 'villarejas', ¿también se hizo al margen del secretario general? ¿O de esto sí estaba enterado el implacable?

El empeño del PSOE en elogiarse a sí mismo por haber respondido a la corrupción de sus secretarios de organización como nunca nadie antes lo hizo es enternecedor. El empeño en subrayar que aún no hay sentencia judicial, a diferencia de la Gürtel que tumbó a Rajoy, es un insulto a la hemeroteca.

Porque Rajoy también pidió perdón por haber confiado en Bárcenas. Porque el PP también suspendió de militancia a su tesorero. Y encargó una auditoría. Y porque Sánchez, sin esperar a sentencia alguna, exigió a Rajoy la dimisión un año antes de que la Audiencia Nacional resolviera. Recuérdelo usted mismo, presidente, que a los demás nos da la risa.

No sé si lo de Sánchez es agonía. Sé que su crédito, también a la hora de compararse con sus predecesores, hace tiempo que se agotó. Ya no hay golpes de efecto. De momento, al menos. Su táctica de hoy es un calco de hace catorce meses, cuando la espantada fake. Primero, comparece compungido, le pesa el alma. Segundo, se retira a reflexionar unos días. Tercero, comparece de nuevo, pero ya en modo ataque. La conjura, el afán por derribarle, las informaciones falsas que tienen la culpa de todo. Y que hay que ver el PP. Y que si Ayuso. Sobre todo, Ayuso.

No sé si lo de Sánchez es agonía. Sé que su crédito, también a la hora de compararse con sus predecesores, hace tiempo que se agotó

Tantas veces ha repetido el presidente sus propias intoxicaciones que es posible que a estas alturas él mismo se las crea. Por ejemplo, que a Casado lo relevaron para tapar la corrupción del hermano de Ayuso. Con lo celoso que es Pedro Sánchez de la presunción de inocencia de su hermano, procesado en Badajoz, y la frivolidad con que sigue imputando corrupción al hermano de Ayuso, cuyo caso fue archivado. Ah, y el novio. Que ahora ya no es novio de Ayuso, es el testaferro que oculta que el ático, en realidad, es de ella. Y luego, que si la presunción de inocencia y que sí hay que esperar a las decisiones judiciales.

Al presidente le da todo igual porque él gusta de esta táctica de ensuciar al adversario con lo que sea, y como sea, tanto como el que más. El mentor de Ábalos y Cerdán alecciona a los demás sobre juego limpio, solo faltaba.

El mentor de Ábalos y Cerdán alecciona a los demás sobre juego limpio, solo faltaba.

Preguntas

Y entretanto, algunas preguntas siguen sobrevolando el fétido serial de los 'koldos' y demás familia.

  • ¿Por qué se deshizo Sánchez de Ábalos en 2021? Y por qué, cuatro años después, no lo quiere contar?
  • ¿Supo Sánchez que Cerdán le ofreció a Ábalos que el PSOE le pagara el abogado y un 'puestito' en alguna consultoría afín?
  • ¿Supo Sánchez que Cerdán mantenía el contacto con Koldo mucho después de su detención? ¿Supo para qué?
  • ¿Supo que Cerdán anduvo en tratos con Leire y con Dolset?
  • ¿Supo que su partido utilizó una grabación incompleta de Villarejo sobre las saunas de su suegro para filtrar a medios afines la tesis de que él había sido víctima de una persecución parapolicial?
  • ¿Supo que el tal Koldo se pasó años colocando gente en empresas públicas, amantes de ministro incluidas?
  • ¿Alguna vez habló el presidente con su compadre Ábalos, en aquellos tiempos de gloria, sobre… mujeres, lo bastante, al menos, para captar el machismo repugnante que ahora percibe en las grabaciones y lo bastante, al menos, para captar lo partidario que era su número dos de la prostitución? Cada vez que el PSOE propuso una reforma legal para castigar a los puteros, ¿le pidió criterio a Ábalos como fuente de autoridad?

Dejemos que, hoy también, sea Pedro Sánchez quien remate este sermón. No el de ayer, oh capitán, mi capitán. No el de 2017, que exigía a Rajoy que se marchara aunque nadie estuviera condenado todavía. Dejemos que sea un Sánchez aún anterior. Este de 2014, cuatro años antes de la sentencia de la Gürtel y cuando Rajoy, como él ahora, había pedido perdón.

Monólogo de Alsina: "Sánchez salva a España de sí misma"