OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "El repudio"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre que Australia cancela nuevamente el visado de Djokovic, de Pedro Sánchez y de que la reina Isabel II retira los títulos militares al príncipe Andrew tras el escándalo por abuso de menores.

Carlos Alsina

Madrid | 14.01.2022 08:32

Tenemos novedades de Djokovic. Y la novedad es que a Djokovic le han quitado el visado. Finalmente el Ministro de inmigración del Gobierno de Australia ha decidido, y tiene la potestad para hacerlo, conforme a la legislación de aquel país ha decidido que Djokovic ya no tiene visa en vigor y que por tanto tiene que abandonar Australia y no participar en el Abierto. ¿Qué pasa ahora? Que contra la decisión del ministro cabe presentar un recurso por parte de los abogados de Djokovic que es lo que previsiblemente harán en estas próximas horas. Porque si no lo hacen ya se ejecuta la decisión.

Vamos a ver como queda el repudio del Gobierno australiano del tenista serbio y qué pasa si finalmente es enviado de regreso, qué pasa con los emparejamientos del Abierto de Australia. El 'repudio' es la palabra del día, porque el repudio no es exclusivo del Gobierno de España con uno de sus ministros que se llama Alberto Garzón.

El repudio no es exclusivo del gobierno de coalición

El repudio de uno de sus miembros no es exclusivo del gobierno de coalición, alabado sea Garzón. El repudio acostumbran a usarlo, sobre todo, las familias reales. En el afán por preservar al rey, o a la reina, todo lo demás, hermanas, padres, cuñados, hijos, son carne de cañón. Eméritos incluidos. No consta que Andrés de Inglaterra, que en realidad se llama Andrew, vaya a terminar viviendo en Abu Dhabi, como don Juan Carlos, o en Ginebra, como la infanta Cristina. Pero sí consta que Isabel II, que en realidad se llama Elizabeth y es The Queen, le ha aplicado el mismo tratamiento que la corona de aquí le aplicó, primero, a Urdangarín y después al propio don Juan Carlos: la amputación y el extrañamiento. O sea, el repudio.

La reina de Inglaterra, campeona mundial de permanencia en el cargo

Isabel II ha retirado todos los títulos militares y las presidencias de patronatos a su hijo mediano. En puertas de que éste sea juzgado en los Estados Unidos por presuntos abusos sexuales a una menor de edad. Una vez que ha naufragado el intento de Andrés de que la causa fuera archivada, la reina le ha dado la puntilla sin esperar ni al juicio ni a la sentencia. En un comunicado, a la manera en que anuncian sus cosas las familias reales, informó ayer de que el príncipe tendrá que buscarse la vida sin respaldo oficial. O traducido, que Andrés queda reducido a la condición de estorbo. Aún no ha sido juzgado por un tribunal, pero ya ha sido juzgado, y condenado, por su Su Majestad.

Como se ve, en todas partes cuecen habas. Beans, en inglés.

Llegamos al segundo viernes del año

Hemos llegado al segundo viernes del año, pasadas las fiestas, pasado el cumpleaños del emérito, pasada la Pascua Militar sin que don Juan Carlos se haya movido de Abu Dhabi. Repudiado por su hijo Felipe en aquel comunicado de hace dos años en el que renunció a la herencia y le dejó sin salario oficial. Hace una semana contó Raúl del Pozo en este programa lo que don Juan Carlos le había dicho: que estaba esperando a que la fiscal general del Estado anunciara el archivo de lo suyo para poder regresar. Prisa por anunciar el archivo no parece que tenga la fiscal. Y prisa porque regrese el emérito a Espala, salvo él tampoco parece que tenga nadie más.

El presidente Sánchez ya ha escogido el papel que quiere interpretar los próximos meses. Se ha pedido líder de la socialdemocracia europea. Referente de la izquierda. Ideólogo mundial. El lunes recibirá en la Moncloa al nuevo jefe del gobierno alemán, Scholz, y le animará a fijarse en él como modelo de lo que debe hacer la izquierda para volver a liderar la Unión. Ya sugirió Sánchez cuando se confirmó el tripartito en Alemania que este nuevo gobierno estaba emulando lo que él viene haciendo aquí, cambiar el país y revitalizar la izquierda. Faro y guía nuestro presidente del debutante Scholz aunque éste lleve entrando y saliendo del gobierno de Alemania desde hace quince años, cuando Sánchez aun era concejal.

Méritos no le faltan a Sánchez para reclamar su corona europea viendo cómo le ha ido a los partidos socialistas en casi todos los demás países (Alemania es, con España, la excepción). En la socialdemocracia que anda tuerta, Pedro es el rey. Del mambo. Y a sus colegas europeos le cae bastante más simpático que a la media de los ciudadanos de aquí, donde no termina de cuajar el esfuerzo que viene haciendo el presidente para resultar empático, cálido, cercano a las preocupaciones de la gente por más pueblos inundados que ha visitado, más visitas que ha hecho a La Palma y más tono de persona afectada por las desgracias ajenas que ha intentado ejercitar. En Europa se le discute menos que aquí. Se le hará más caso en unas cosas que en otras, pero moverse, se mueve. En lo de la electricidad, es verdad, de momento, agua, pero en lo de los fondos de recuperación, no me lo llamen rescate, sí consiguió sacar adelante su plan. Y empezar a recibir el dinero antes que nadie. Bien es verdad que nos hace más falta que a nadie porque 2020 en España fue un destrozo general.

La misión que se ha autoimpuesto Sánchez

La misión que ahora se ha autoimpuesto Sánchez es iluminar a sus colegas para que entiendan que ha llegado la hora de diseñar la Europa de después de la pandemia, cuando el covid sea como un gripe, etcétera (qué insistencia la del gobierno, no perdonan con la gota malaya ni un solo día). El presidente, en realidad, reincide. En la táctica ésta, poco sutil, de hablar del futuro que acabará llegando para no hablar del presente que aún sufrimos. Lo hizo en todas las olas anteriores, acuérdese. Cuando estábamos confinados pero él nos contaba cómo sería la desescalada ('desescalada', qué de palabros nos han colocado en estos dos años). O cuando estábamos recayendo en abril de 2021 y él llevaba la cuenta de los días que quedaban para alcanzar la inmunidad de grupo...

Del autor de 'la nueva normalidad' y la cuenta atrás para la inmunidad de grupo llega ahora ‘no mires abajo, mira al futuro’. No pienses en la ómicron, piensa en catarros, todo lo más. Habrá que confiar en que esta vez no ocurra lo que pasó con sus futuribles anteriores, que siempre acabó sucediendo algo que trastocó los planes y ni la nueva normalidad consiguió ser normal del todo ni alcanzamos en agosto la inmunidad.