OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Lo que tiene que hacer un gobierno y lo que ya ha hecho"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la pregunta que lanzó Margarita Robles a cuenta del caso Pegasus y lo que debe hacer el Gobierno, además de la votación del decreto del plan anticrisis de Sánchez.

ondacero.es

Madrid | 28.04.2022 08:26

Un saludo muy cariñoso a las suegras. Que dice el papa que deberían hablar menos. Y lo dice él, que mudito no es. Hablar menos y criticar menos. Abona-do al tópico el pontífice. Él, que criticar, critica bastante bastante al resto del mundo. Y que suegra, claro, pues no tiene. Ni ha tenido. Ni tendrá nunca.

Vamos a las cosas serias del día.

A veces lo más arriesgado de hacer una buena pregunta es que te la respondan. La pregunta del día la hizo ayer Margarita Robles, ministra de Defensa. Respondiendo en el Congreso a la diputada de la CUP que exigía su cabeza por Pegasus.

¿Qué tiene que hacer un gobierno cuando alguien hace todo eso? Pues sabemos lo que ha hecho el gobierno de ese país: pactar con ese alguien. Hacer descansar sobre ese alguien la gobernabilidad del país. Convertir a ese alguien en el socio preferente al que siempre hay que tener contento.

La pregunta es buena. ¿Qué tiene que hacer un gobierno con quien vulnera la Constitución, declara la independencia, promueve el desorden público y coquetea con los rusos? La respuesta, con permiso de la ministra, la viene dando Pedro Sánchez. ¿Qué debe hacer un gobierno?

· Prometer que cumplirán la sentencia íntegra por los delitos cometidos y luego incumplir la promesa, indultándolos.

· Elevar a uno de los dos cabecillas principales de la sedición a la categoría de interlocutor privilegiado para la redacción de reformas legales (incluido el código penal) y Presupuestos del Estado.

· Regalarle una mesa de negociación al margen del Parlamento sobre el encaje de Cataluña en España.

· Y abrirle la puerta de la comisión de secretos oficiales arruinando, por el camino, el crédito de la presidenta del Congreso.

Eso es lo que ha hecho el gobierno con el partido político que promovió la sedición, declaró la independencia y celebró los desórdenes públicos. Se llama Esquerra Republicana ese partido. Y lo sigue liderando Oriol Junqueras. El esfuerzo que viene haciendo el gobierno en demonizar a Puigdemont (y a su muñeco de madera Joaquim Torra) para beatificar a Junqueras y su discípulo Aragonés se desmorona cuando la ministra Robles recuerda los hitos más conocidos del movimiento nacional independentista, todos ejecutados a pachas por los malvados puidemones y los beatíficos orioles. Aún nadie ha desmentido que entre los infectados con Pegasus estuvo el presidente actual de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonés. Cuando ya era presidente y cuando Sánchez e Iglesias negociaban con Junqueras la investidura de 2020.

Lo que sí está haciendo el gobierno es ir facilitando información, dosificada, para dar contexto al espionaje pegasiano. Hoy cuenta El Confidencial que los espiados por el CNI fueron dieciocho, y vinculados a tsunami democrátic, la organización que montó las algaradas de otoño del 2019 contra la sentencia del procés, sabotaje del AVE y del aeropuerto de El Prat e intento de asalto al Parlamento catalán incluidos. Recuerda este diario que Grande Marlaska de-claró entonces que los servicios de inteligencia terminarían averiguando quién estaba detrás de tsunami democrátic.

El Español informa de que los autos judiciales que autorizaron el espionaje se basaron en la relación de los espiados con los incidentes violentos y con Rusia. Y también, que algunos de ellos eran los encargados de montar el llamado CNI catalán, personas de la máxima confianza de Puigdemont en contacto con Rusia y con los cdr.

¿Qué tiene que hacer un gobierno?, se pregunta Robles. Pues en aquel otoño convulso de 2019 achacar a los líderes independentistas la tolerancia y el fomento de la violencia. En abril de 2022, meter, a la carrera, a Esquerra, a Junts y a la CUP en la comisión de secretos oficiales. Sí, a la CUP también. Como representante del grupo Mixto. O sea, la señora Vehí, que es a quien Robles respondió ayer reprochándole que se rasgue las vestiduras. Si hasta ahora era bastante dudoso que el CNI contara todo lo que hace en esa comisión, con estos nuevos integrantes se despejan las dudas. No veo yo a la directora del Centro Nacional de Inteligencia informando con pelos y señales de sus operaciones a la CUP. Ni a Junts arrepintiéndose de haberla convocado porque cuente cosas comprometedoras sobre líderes independentistas. Esta insinuación de la ministra ayer.

Las actuaciones de los líderes independentistas, cuanto más en riesgo pongan al Estado, más celebradas serán por sus peones en el Congreso: en eso consiste, para ellos, hacer patria. La Moncloa diseñó este movimiento para aplacar las iras independentistas y la maniobra le ha salido rana: no ha aplacado nada, los independentistas le han hecho una peineta (la butifarra), ha arruinado el cartel de Meritxell Batet, reducida a la condición de ministra número 23 del gobierno Sánchez, y ha conseguido que señalen ya como responsable político máximo de Pegasus no a la ministra de Defensa sino al presidente.

Muy exitosa no parece que haya resultado la maniobra.

Y de rebote, ha obligado a Sánchez a ofrecerle a Feijoo lo que éste le reclamó en este programa hace veinte días.

Ésta es la novedad de la noche de ayer. Resignado el gobierno a que sus famosos socios indepes le hagan también la peineta (la butifarra) al decreto de medidas contra la crisis, en vista de que el precio para apoyarlo era entregar-les a Robles vencida y desarmada, cambia de planes y accede, para evitar el revolcón, a convertir el decreto en una ley para que el PP pueda colar alguna de sus propuestas. Punto para Núñez Feijoo. El rey del gobierno-por-decreto, que es Sánchez, se rebaja a aceptar que el Parlamento haga algo más que bendecirle lo que él establezca. ¿Significa eso que el decreto ya no hay que votarlo hoy para convalidarlo? Ah, no. La votación hay que hacerla. Y si el gobierno la pierde, adiós decreto. Lo que significa es que los Esquerra y los Bildu han vuelto a dejar tirado al gobierno del que se dicen socios...

...y la llave la tiene el PP, al que se ofrece un argumento para poder abstenerse (Feijoo ha conseguido que se tramite como proyecto de ley con enmiendas) que ahora los populares sopesan si es suficiente, o no, como para salvarle la votación a Sánchez. Cálculo de pros y contras. Aparecer como salvavidas del presidente, abandonado por sus socios, el día después de que éste haya obligado a Batet a rebajar la mayoría necesaria para meter en la comisión de secretos oficiales a Bildu y a la CUP. Tic tac, tic tac, que diría el papa emérito de Podemos, Pablo Iglesias. A una hora de que comience el pleno, aún no se sabe qué resultado tendrá la votación. Participa Casero y dos diputados navarros. Más emoción no cabe.