EL BLOG DE ALSINA

Esperemos que Rajoy sea como Pellegrini

Les voy a decir una cosa.

Me levanté esta mañana con ganas de probar el Metro de Málaga y, una vez levantado, me volví a acostar. Porque todavía no, ¿verdad? Pero ya falta menos. Ya faltan menos décadas. Hombre, es verdad que ahora mismo está la cosa de los dineros está chunga en todas partes y que estamos todos muy escépticos. Pero yo estoy seguro de que Griñán está deseando licitar ya el tramo de Guadalmedina a Malagueta sin más demoras.

ondacero.es

Málaga | 12.04.2012 20:31

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy | Agencia EFE

A ver, que no digo yo que no sea un dato bonito éste que he visto reflejado en la prensa y que dice, con entusiasmo: “Más de diez mil personas ya han visitado las obras del metro”. Interesante es, pero...cabe recordar que las obras no se hacen para ser visitadas -”madre mía, qué bonito les ha quedado el túnel”, “y ese anden, mira ese andén lo amplio que es y ni se cae ni nada”- sino para concluirlas y que puedan circular los trenes. A ser posible, antes de que los niños malagueños se jubilen, a los noventa y cinco años, que es donde estará fijada para entonces la edad de jubilación.

No, conviene ir terminando el metro, entre otras cosas, porque ha habido que desviar tantas líneas de autobuses que, como dice el ayuntamiento, al final cada trayecto nos sale por un pico, ¿no? El sobrecoste. Coges el autobús para venir del Carlos Haya a aquí y te da una vuelta por la serranía de Ronda.

- Perdone, conductor, pero ¿qué hacemos en Jubrique?

- Señora, que hay que dar un rodeo, está Juan XIII imposible.

El momento es malillo. Y, además, el ayuntamiento, que es del PP, contaba con que después de las elecciones, el que gobernara la Junta de Andalucía fuera otro. Antes del 25 de marzo, dijo el señor alcalde De la Torre: “que sepan que mi discurso sobre el metro no cambiará tras las elecciones autonómicas”. Al final lo que no cambió fue el gobierno de la Junta, lo que garantiza que el alcalde podrá seguir haciendo su discurso (su coherencia está salvada, don Francisco) y que las obras que faltan serán pronto sacadas a concurso...o no.

¿Y eso de qué va a depender? De “qué” no, de “quién”. Pues digo yo que como todo, de Diego Valderas. Antes de venir al auditorio de la Diputación he llamado a Valderas para consultarle.

-       Buenas tardes.

-       Buenas tardes.

-       Señor Valderas, ¿se terminará el metro de Málaga?- le he preguntado.

-       ¿Costaría mucho dinero?-ha dicho él.

-       Hombre, bastante.

-       ¡Pues entonces, sí, claro, que se haga!

Saben que a IU esto de andar mirando todos los días las cuentas, y el déficit, y la deuda, como que no. A quien le va a declarar la guerra IU no es a Rajoy, sino a Angela Merkel. Y se las van a hacer pasar canutas a la alemana. ¿Equilibrio presupuestario, dices? ¿Recortes? Súbete y pedalea, cancillera.

Hubo un tiempo en que “recortar” era un verbo con buena prensa en España. La campaña electoral de las generales, ¿se acuerdan?, estuvo colmada de promesas de recorte. Pero ahora ya nos han recortado tanto, ¿verdad?, que cuando alguien dice “hay que seguir con la podadora” se nos viene a la mente esta cosa que pone la gallina, ¿cómo se llama?, el huevo (pero en plural: los huevos).

De pronto sentimos ganas de cortárselos a quien sea. Gobernar se ha convertido en una profesión de riesgo y por eso quienes gobiernan cuidan mucho el lenguaje. Lo cuidan tanto que ni lo usan, se callan como si se hubieran recortado a sí mismos la lengua. En lugar de “recorte” se han dado cuenta de que queda más bonito decir “ahorro”. Hay una diferencia: “recorte” es cuando le exiges a tu adversario que meta la tijera. “Ahorro” es cuando la metes tú.

Esta semana, por ejemplo, nos explicaron que en sanidad no habrá recortes, sino ahorro. Y que, por eso, se está estudiando re-cobrarnos en la farmacia de la renta que uno tenga. Esto lunes lo dijo De Guindos y salió Floriano muy seguro de sí mismo a decir que...venga, venga, cosas de este ministro, que más que ministro parece tertuliano. Pero ayer Ana Mato confirmó que, en efecto, que ésa es la idea. Floriano es un señor que trabaja en la sede de Génova y que le han puesto una luz roja en su despacho que se enciende cada vez que un ministro hace “reflexiones personales”.

A ver, los ministros son personas. En serio, son personas. Montoro es un ser humano. Incluso Magdalena Álvarez lo era. Y, excepcionalmente, reflexionan. En ocasiones aún más excepcionales, además de reflexionar, lo cuentan. Y cada vez que pasa eso, a Floriano se le enciende la alarma. Dice: a ver qué han dicho ahora. Tenemos las encuestas de intención de voto como para andar mosqueando a la parroquia. Luego se acuerda de que las elecciones andaluzas ya han pasado y, parece que no, pero se relaja.

En la Moncloa, sin embargo, relajarse no pueden. Porque allí la bombilla roja la tienen conectada al mercado de la deuda. Y en cuanto la prima pega el estirón, al presidente le dan la tarde. Y como él es muy de guardárselo todo para sí, pues yo creo que sufre más de lo necesario. De verdad.

Miren, en Madrid se ha celebrado esta semana el Congreso de la Felicidad, que es como encontrar el Santo Grial, ¿no?, la fórmula para ser felices. Y aunque la fórmula no se sabe bien cuál es, se ha llegado a  una conclusión que dice que, para ser feliz, hay que dejar salir las preocupaciones que uno lleva dentro.

Bueno, para ser feliz ahora mismo en España hay que cumplir dos requisitos:

· El primero es no ser presidente de gobierno. Si eres presidente de gobierno, mientras tengas la prima de riesgo clavada en tus partes blandas es imposible que disfrutes. El sillón de presidente, amigos, es un potro de tortura, porque te vas a sentar y está ahí la prima, subiendo desgarradoramente.

· El segundo requisito para ser feliz es no ser Rubalcaba. Si eres Rubalcaba, no estás a gusto tampoco. No, porque sabes que al final, hay lo que hay. 110. Los diputados que te han quedado. 110. Dice él: bueno, pero hemos salvado Andalucía. Ya, pero. 110. Dije “hemos salvado Andalucía”, no “hemos salvado a Andalucía”.

Andalucía se tiene que salvar sola. Si es que se salva de la intervención. De la intervención del Estado. Porque aquí todo el mundo está en riesgo de ser intervenido. Saben que hay dos intervenciones de las que se habla estos días. Una, la de España. Que consistiría en que vienen aquí los hombres de negro de la comisión europea y nos cortan lo poco que nos queda ya por cortar. (Crucen los dedos).

Dos, la de las comunidades autónomas. Que esto consiste en que se planta Montoro en San Telmo y despelleja a Griñán. La revancha. Te salvaste en las urnas, pero de mí no te vas a salvar. Griñán amarrado a una de las setas que han puesto en Sevilla y Montoro con la motosierra. Oye, tu te encuentras a Montoro en un sitio poco iluminado y con la motosierra y...lo que son los intestinos se te aflojan.

Bueno, hoy han pasado dos cosas: que la prima de riesgo se ha mantenido a raya; y que Rajoy ha dado una rueda de prensa. Amigos, ¡las cosas están cambiando!

Aquí, en Málaga, hay dos ingenieros célebres. Uno es Sancha, ingeniero agrónomo que diseñó la calle Larios, hoy ya difunto, naturalmente. (Murió y se hizo Paseo, y monte). El otro es Pellegrini, ingeniero chileno que, a diferencia de Sancha, está hoy más vivo que nunca. ¡Porque está el Málaga, tercero en la Liga y con opción de Champions! A ver con el Villarreal esta noche qué pasa, la prima de riesgo en el Madrigal es alta.

(El lunes hacemos el programa en Castellón, no me pidan que tome partido).

Igual les interesa saber cómo ha empezado el encuentro. En Vilareal quieren mucho a Pellegrini, como todo el mundo sabe. Pero da igual, porque ¡en el fútbol no existen los amigos! En el fútbol, como en los mercados financieros, la amistad no existe. En el fútbol, como en los mercados, como en la política internacional, nadie quiere a nadie. Ahí está Nicolás Sarkozy para recordárnoslo a los españoles.

Lo de Pellegrini este año es motivo de admiración en todas partes. Cuando cogió el Málaga estaba al borde del rescate y ahora está al borde de jugar la Champions. De Rajoy esperamos todo lo mismo pero va a haber que darle tiempo. Ahora, como Pellegrini es un tipo con la cabeza en su sitio y que además dice las cosas muy bien, he subrayado estas frases suyas que podríamos llamar la doctrina Pellegrini del liderazgo por si le pudiera servir a alguien en la difícil tarea de tirar del carro.

· “Lo importante es demostrar cada día que uno está capacitado para afrontar los desafíos”.

· “El míster tiene que liderar el grupo, aunar el esfuerzo de los jugadores en beneficio del colectivo”.

· “Hay que saber tener autoridad: no se trata de decir ‘estas son las reglas y hay que cumplirlas’, sino explicar por qué se ponen y convencer a todos”.

· “El poder no basta para convencer, es la autoridad lo que uno tiene que ganarse a base de dar razón de lo que cada día hace”.

Y añade el ingeniero que hombre, siempre está bien tener un poco de suerte, pero la suerte es esa cosa que los hombres, como los pueblos, están obligados a procurarse ellos mismos. La suerte para quien se la trabaja.

Tienen ustedes a un sabio dirigiendo el equipo de fútbol. Oye, si algún día necesitamos un tecnócrata al frente del gobierno, le ofrecemos el cargo. Lo rechazará, porque es sabio.

Bueno, que no se me olvide darles a todos las gracias, y brindar con una copa de Magno… Primero, por haber tenido la generosidad de venir a acompañarnos esta tarde pudiendo estar haciendo otras cosas, por ejemplo visitar obras, y segundo, por escuchar cada día este programa; ayer como no tuvimos porque estábamos dando la victoria del Madrid, no tuve ocasión de agradecerles el nuevo estirón de audiencia que hemos pegado, récord histórico en los veinte años que está a punto de cumplir este programa, y que son mérito de seiscientas mil personas como ustedes. Y en Málaga, a esta hora de la tarde, somos líderes. De manera que...enhorabuena y muchas gracias.