OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "No lo llamen guerra"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la evolución del conflicto entre Israel y Palestina en Gaza, donde Hamás no es sólo un grupo terrorista, sino que controla escuelas, centros sanitarios y tiene el apoyo social de gran parte de la sociedad.

Carlos Alsina

Madrid | 10.10.2023 08:45

En Israel se negocia un gobierno de unidad nacional. Gaza permanece sitiada. Sin electricidad, sin entrada de suministros y alimentos. Probablemente estamos en puertas de una invasión militar.

Qué entiende Israel por extirpar del todo a Hamás

Y a partir de ahí, se irá viendo qué entiende el Estado de Israel por eliminar de la faz de la tierra a Hamás. Sabiendo que Hamás en Gaza no es sólo el grupo terrorista que se infiltra en territorio de Israel para asaltar festivales de música, matar jóvenes o capturar chicas; Hamás en Gaza es una organización de poder y es una red asistencial. Sostiene escuelas y centros de salud. Bendice o repudia a políticos que aspiran a ser concejales o diputados en el parlamento palestino. Disfruta de un notable apoyo social. La pobreza y la opresión son el combustible del que se alimenta.

Hay palestinos que repudian el secuestro de civiles israelíes y que, pese a ello, respaldan a Hamás

Hay palestinos que repudian el secuestro de civiles israelíes, palestinos que estarán abominando de las atrocidades que los propios terroristas grabaron en vídeo y que, pese a ello, respaldan a Hamás. ‘No sus excesos violentos’, dicen, ‘pero sí su constancia en la lucha contra Israel’. Pronto empezaremos a saber qué entiende Israel por extirpar del todo a Hamás. Y qué precio habrán de pagar los habitantes de Gaza. Precio añadido al que llevan años pagando ya.

La guerra tiene reglas que ninguno de los bandos puede vulnerar

Entretanto, el brazo armado de la organización, que son éstos de las Brigadas Al Qassam, se lo ponen difícil a quienes en Israel, o en Europa -en España- se resisten a llamarle terrorismo a lo del sábado. Se lo ponen difícil porque la guerra, que es como casi todos los medios están llamando a esto, la guerra tiene reglas que ninguno de los bandos, por bestia que sea, puede vulnerar. Una de ellas es capturar civiles para usarlos como chantaje amenazando con matarlos de uno en uno.

Los ejércitos no asaltan conciertos y secuestran rehenes para encerrarlos no se sabe dónde y advertir que los irán ejecutando si el enemigo persevera en sus ataques. Y si lo hacen, se exponen a acabar juzgados ante un Tribunal Internacional por crímenes de guerra.Quienes secuestran, graban y ejecutan rehenes son las organizaciones terroristas. Que por su propia definición no se sienten sujetas a regla, ni norma, ni convención internacional alguna.

Los rehenes, el eslabón más débil

Hamás sabe que los rehenes son el eslabón más débil de la cadena de represalias que ha puesto en marcha el gobierno de Israel. Porque hay una sociedad israelí que por supuesto apoya que se dé réplica a los atentados del sábado pero a la vez prioriza que los rehenes sean recuperados con vida.

En Israel hay opinión pública. Hay periódicos que secundan a Netanyahu haga lo que haga y hay diarios críticos, prensa de izquierda, que le vienen criticando desde el sábado el empleo de la palabra venganza precisamente porque la prioridad, dicen, es recuperar a los secuestrados. Y sólo hay una forma de conseguirlo, que es negociar.

Hamás sabe lo que hace cuando amenaza con matar los rehenes uno a uno, grabándolo en vídeo para dinamitar la unidad de la sociedad a la que combate

Hamás sabe lo que hace cuando amenaza con matar los rehenes uno a uno, grabándolo en vídeo para dinamitar la unidad de la sociedad a la que combate, que es la sociedad israelí. Como intenta dinamitar el proceso de normalización de relaciones con el Estado israelí en el que están embarcada Arabia Saudí. Netanyahu ha prometido eliminar Hamás. Hamás lleva años saboteando cualquier negociación entre árabes, isralíes y palestinos porque la única salida que contempla es la eliminación del estado de Israel. Y eso no se va producir.

Yolanda Díaz presenta su informe 'Amnistía, ra, ra, ra'

Mirando al horizonte, porque Barcelona tiene mar, y respaldada por las madres y padres del colegio de su hija, que no paran de felicitarle por su empatía con los huídos de la justicia, Yolanda Díaz, vicepresidenta del gobierno por la gracia de Pablo Iglesias y líder de un partido reciente, y pequeño, llamado Sumar, estará estar tarde en el Ateneo para la presentación del informe ‘Amnistía, ra, ra, ra’ que le ha preparado un grupo de juristas de su cuerda y cuyas conclusiones coinciden, sorprendentemente, con las que ya tenía Yolanda antes de recibir informe alguno.

Hay una expectación inusitada, máximo suspense, porque resulta que la presentación del informe fue anunciada antes de que éste estuviera hecho, qué cosas tan raras. Lo dijo ayer Urtásun, el portavoz al que eligió Yo Yolanda: que los juristas están terminando su dictamen al límite de la hora.

Yolanda presenta el informe cuyas conclusiones coinciden, sorprendentemente, con las que ya tenía antes de recibir informe alguno

Lo presentan hoy y ayer no estaba terminado. Pero se anunció la semana pasada. Entre los más expectantes deben de estar los de Podemos, integrantes -a rastras- de la coalición electoral de Yolanda, miembros de su grupo parlamentario y a por uvas en toda esta historia. ¿Qué le parece a Podemos la receta Yolanda?

Calma, Pablo Fernández, calma. Ya sólo quedan once horas para que tú también lo conozcas. Bueno, El Periódico de Cataluña publicó ya el sábado lo fundamental del documento, que tiene 39 páginas, ni una más ni una menos. Pero dice Sumar que no es exactamente lo que se presenta hoy, la emoción que no decaiga.

El paraguas para extinguir las responsabilidades penales a los políticos catalanes

El informe Yolanda, del que se ha desmarcado Sánchez en una hermosísima coreografía de afinidades y distancias -el afán de notoriedad de la vicepresidenta no es un secreto, a estas alturas, para el resto de los ministros- dice que hay que amnistiar todas las acciones de intencionalidad política vinculadas al objetivo de lograr la autodeterminación: ahí está el paraguas para extinguir las responsabilidades penales de todo político catalán que haya delinquido entre 2013 y anteayer, vale para sublevados contra el orden constitucional y para corruptos que metieron la mano en la caja para pagarse las campañas de propaganda. Y además, añade que hay que amnistiar también todos los actos realizados contra decisiones gubernamentales o judiciales.

¿Saboteó usted el tren de alta velocidad, intentó asaltar el aeropuerto del Prat? Pellillos a la mar

¿Saboteó usted el tren de alta velocidad, intentó asaltar el aeropuerto del Prat? Pellillos a la mar. Lo hacía usted por razones políticas. No hay razón más comprensible para los políticos que las razones políticas. Ah, espérese, ¿formó usted parte del tsunami democrátic que el ministro Marlaska prometió investigar hasta el final para que nadie saliera impune de los desórdenes y altercados del otoño de 2019? Tranquil, tsunami, tranquil. Lo tuyo también fue por razones políticas. Amnistiados todos.

Lo hacía por razones políticas. Amnistiados todos

Cabe preguntarle a los juristas que, con la mejor intención, presentan hoy su doctrina si ellos llegaron a ver alguna vez la existencia de delito en todas estas acciones. No vaya a ser que estén por amnistiarlo todo porque nunca, en realidad, vieron responsabilidad penal alguna en la sublevación que lideró Puigdemont (ni en romper escaparates o quemar coches en el centro de Barcelona).

Sánchez llega a la amnistía después de haber proclamado en 2019 que él no podría tener de vicepresidente a alguien que considerara a Junqueras preso político

Hay que entender que no todo el mundo ha hecho el mismo recorrido. Sánchez, por ejemplo, llega a la amnistía después de haber proclamado en 2019 que él no podría tener de vicepresidente a alguien que considerara a Junqueras preso político. Mientras que Yolanda Díaz siempre consideró que lo era.

Patxi López todavía no sabe si habrá ley de amnistía

Ayer dijo Patxi López una verdad a medias: esto de que él no sabe si va a haber ley de amnistía.

Que Patxi no sabe seguramente es verdad. Ya le pasó con la sedición, ¿se acuerda?, que dijo en este programa: bueno, dicen ustedes que vamos a rebajar las penas pero a lo mejor las subimos. Tres días después le estaban instruyendo para defender que había que derogarla. Lo del diálogo está bien. Sólo que debería matizar que el diálogo es sólo para con los independentistas. Téngase en cuenta que Sánchez ha dicho que él con Vox no tiene nada de qué hablar.

El diálogo es sólo para con los independentistas. Téngase en cuenta que Sánchez ha dicho que él con Vox no tiene nada de qué hablar

La negación del adversario político según cuál sea. Como Patxi no sabe si habrá ley de amnistía aún no sabe con qué argumentos habrá de defenderla. Pero ayer se animó a hacer esta reflexión general sobre la amplitud de la Constitución: tam amplia es que la misma amnistía que no cabía hace dos meses ahora encaja como un guante.

Esto dígaselo a sus nuevos mejores amigos de Junts y de Esquerra: son ellos quienes no ven que la Constitución les cobije, por eso intentaron derribarla.

El PSC encabezando la marcha contra el Alto Tribunal

Urtásun, el portavoz de Yolanda, sí dijo ayer una verdad completa: de las urnas ha salido un Parlamento. Y al Parlamento le corresponde promover las leyes y reformas que considere oportunas. Se puede opinar sobre ellas, se pueden compartir o rechazar, pero son las Cortes las que legislan, en efecto.

Bueno, lo que quieran… Se entiende que si lo aprueban es porque creen que es constitucional, aunque en Cataluña, septiembre de 2017, ya recuerda Urtásun lo que pasó: que el Parlament aprobó leyes a sabiendas de que eran un atropello.

Si el TC resuelve que la ley no es constitucional comprométanse a aceptarlo deportivamente en lugar de desacreditar al árbitro, que es lo que hizo la izquierda en 2010 con la sentencia del Estatut

Para evitar que se aprueben leyes inconstitucionales existen mecanismos de seguridad, como los informes previos de los letrados o de los órganos consultivos. Pero tiene razón Urtásun: en última instancia cabe recurrir al Constitucional y que éste resuelva. Sólo una cosa: si resuelve que la ley no es constitucional comprométanse a aceptarlo deportivamente en lugar de desacreditar al árbitro, que es lo que hizo la izquierda en 2010 con la sentencia del Estatut.

El PSC encabezando la marcha contra el Alto Tribunal. A la contra, como diría Patxi, agitando la calle y generando crispación. De aquellos polvos aún viven algunos lodos.