LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "Francia lanza un mensaje con claridad: el aborto, además de un derecho, es cuestión de libertad"

Marta García Aller reflexiona sobre la reforma de la Constitución francesa en la que una abrumadora mayoría de parlamentarios votaron para garantizar el derecho al aborto.

Marta García Aller

Madrid | 05.03.2024 07:41

Qué emocionante lo que ha pasado ayer en Francia. Con toda la grandeur, en el Palacio de Versalles. Qué buenos son los franceses cuando se ponen a lanzar mensajes al mundo desde sus instituciones. Qué solemne y emotiva la votación para garantizar el derecho al aborto en su Constitución.

Un aplauso en pie de dos minutos para aplaudir la libertad garantizada de las mujeres a interrumpir el embarazo. Por 780 votos a favor. Una mayoría tan rotunda que ningún orador pidió el no. De la extrema izquierda a la extrema derecha, casi todos de acuerdo.

En un momento en que los derechos reproductivos están retrocediendo en muchos países, más que contracorriente, Francia está en la vanguardia. “Está en su sitio”, sentenció la presidenta de la Asamblea Nacional en el palacio del Rey Sol. Qué simbólico ver un país como Francia poniendo de acuerdo todas las ideologías en defender lo que su primer ministro Attal llamó “la más íntima de las libertades”.

El derecho al aborto seguro se está perdiendo en países que ya lo tenían. Pasa en Estados Unidos. Y más recientemente en Argentina, Milei acaba de presentar un proyecto de ley para prohibir el aborto que llevaría a la cárcel a las mujeres que interrumpan su embarazo. Más restrictiva todavía que la ley de 1921 al eliminar el supuesto de riesgo de salud y violación.

Y en países más cercanos, como Malta, Andorra, Polonia y Marruecos el aborto continúa penado. Amnistía Internacional calcula que casi la mitad de las mujeres en edad de procrear viven en países con leyes estrictas sobre el aborto o en los que a pesar de que sea legal, no es seguro ni accesible.

Y restringir el aborto seguro no garantiza un menor número de abortos, sino en un mayor número de mujeres y niñas que arriesgan su vida. Obligar a una mujer a continuar con un embarazo en contra de su voluntad constituye una violación de sus derechos humanos. Vive la France!

¿Moraleja?

Francia lanza un mensaje con claridad: el aborto, además de un derecho, es cuestión de libertad.