Si en vez de una de Torrente con el informe de la UCO hiciéramos una de Tarantino estaríamos llegando al momento en el que todos los ladrones se apuntan entre sí. El clímax de tensión y traición donde ya ninguno se fía de nadie y sacan las pistolas, la banda se descompone, y más que salvarse uno mismo, importa que el otro no se vaya de rositas.
Ábalos ya apunta sin reparos a Koldo García y Santos Cerdán. A cuatro días de declarar ante el Supremo, el ex ministro imputado ha dicho en la Ser que la trama de corrupción vino de Navarra. Que la importaron de su tierra Koldo y Cerdán, como si en vez de mordidas fueran espárragos blancos. Venían, dice Ábalos, “con una dinámica previa” y así “penetraron en el ministerio”. No se le ocurrió otro verbo al ex ministro que penetrar.
Ábalos deja de negarlo todo y pasa a considerarse "el imbécil de todo esto". Otro que se hace la víctima. Y deja recadito a Sánchez. Ábalos está enfadado con el presidente por no haberlo defendido como sí hizo con Cerdán hasta el último momento. Y qué peligroso es tener a alguien enfadado contigo, en la escena en que todos sacan las pistolas.
La munición son los audios que se van filtrando. Y Ábalos no es el único enfadado. El Español saca hoy unos audios en los que se oye a Koldo rompiendo con el PSOE y deja orto recadito a Sánchez. Koldo cambia de abogado a cuatro días de ir al Supremo y dice que es víctima de una cacería, él también, para "desviar lo de Begoña".
Adiós a la lealtad de Ábalos y Koldo al partido. Y la de Ábalos a Koldo y Cerdán, y la de Koldo a Cerdán y Ábalos. Cerdán calla, pero apunta. También él ha cambiado de abogado. Y Sánchez, calla. Cuando en la banda ya no confían entre sí y hay tanta gente apuntándose porque se siente traicionada, todo salta por los aires.
¿Moraleja?
El sálvese quien pueda aumenta el drama, aún no sabemos hasta dónde llega la trama