Hay un malestar casi generalizado en los clubs de fútbol, fundamentalmente en los más perjudicados por estos partidos de la selección, que abona el caldo de cultivo de esa liga europea al margen de la UEFA que están montando, y que puede ser la puerta de salida hacia un fútbol libre, al margen de las directrices de la UEFA y hasta de la FIFA, como sucede con La NBA en EEUU.
Las franquicias son los dueños de los equipos y ellos son quienes organizan todo y pagan a sus estrellas, pero esas estrellas sirven exclusivamente a su equipo, a excepción de momentos puntuales con las selecciones mundiales o Juegos Olímpicos, pero siempre consensuado con ellos.
Ese cuatreo que hacen las federaciones de fútbol quitando futbolistas para partidos amistosos o torneos inocuos como esta liga de las naciones, y devolviendo a esos futbolistas después contagiados de coronavirus o lesionados, como si fuesen juguetes rotos que ellos ya no los necesitan, se tendrá que acabar de una manera u otra.
El Atleti juega pasado mañana con el Barça y le han llegado los jugadores uruguayos contagiados por una negligencia de aquella federación, que les permitió hacer un asado, todos juntos, sin mascarilla y compartiendo el mate. Al Betis lo dejan sin Canales por lo menos durante dos meses, al Madrid sin Sergio Ramos, al Barça sin Busquets, al Cádiz sin el Choco Lozano…todos estos desperfectos…
¿Por qué han de pagarlos los clubs? A los que además se les exige su cotización a hacienda, como cualquier empresa, se les prohíben los sponsors de las apuestas, se les obliga a pagar al CSD 45 millones y otros 63 a la Federación….y les prohíben televisar los partidos en según qué fecha y hora. El fútbol se ha convertido en un negocio fabuloso, pero especialmente para los que están al mando, ocurre que los que hacen el fútbol empiezan a darse cuenta que no los necesitan.
