Nuestro corresponsal en Nueva York, Agustín Alcalá, nos cuenta que la Casa Blanca, acostumbrada a invitar a mucha gente a comidas, cenas y eventos, sufre robos de los invitados que siempre quieren llevarse un detalle de allí. Lo que más desaparece son las anillas para soportar las tarjetas de invitados, servilletas, copas o cualquier cosa que tenga el sello de Casa Blanca. Además, habla sobre el marido de Hillary Clinton que ganó 105 millones de euros con los discursos.
Todo el que va a la Casa Blanca roba algo
Nuestro corresponsal en Nueva York, Agustín Alcalá, nos cuenta que la Casa Blanca, acostumbrada a invitar a mucha gente a comidas, cenas y eventos, sufre robos de los invitados que siempre quieren llevarse un detalle de allí. Lo que más desaparece son las anillas para soportar las tarjetas de invitados, servilletas, copas o cualquier cosa que tenga el sello de Casa Blanca. Además, habla sobre el marido de Hillary Clinton que ganó 105 millones de euros con los discursos.