A ello se suma la preocupación por la iniciativa de la mayoría de gobernadores republicanos de rechazar refugiados sirios y la relación que la mayoría de la sociedad establece entre Estado Islámico y la religión musulmana. "Uno se siente muy mal, nunca hemos sido terroristas. Sólo intentamos vivir una vida sencilla trabajando duro. Estado Islámico no tiene nada que ver con el Islam, no es el espíritu del Islam".
En el apartamento donde vive junto a los suyos intenta olvidar su periplo vital: Tras 14 años trabajando en Arabia Saudí perdió su permiso de residencia, de ahí a Estados Unidos, Suecia y Canadá para volver a Estados Unidos después de dejar a una de sus hijas en Canadá, a la que han negado tres veces la visa estadounidense ante las sospechas de que quiera quedarse. Alafandi explica al canal “News fix” que sólo busca una vida normal
"Sólo intentamos sobrevivir y encontrar un lugar seguro en el que nuestros hijos puedan crecer". A la espera de conocer su destino, trabaja en un parking en el centro de Dallas, en turno de 3 de la tarde a doce de la noche…A veces, para ganarse un extra, alarga su turno hasta las tres de la madrugada.