LA BRUJULA

La carta de Ónega a 'pifostio': "Tú no eres una palabra, eres la crónica de España de cualquier día"

Fernando Ónega dirige su carta a 'pifostio', una de las nuevas palabras aceptadas por la RAE

ondacero.es

Madrid | 17.12.2021 23:36

Y buenas noches, pifostio. Si fueses una organización política, pifostio, te diría que te han legalizado. ¿Por qué? Porque la iglesia del idioma, que es la Real Academia de la Lengua, te aceptó en su sancta santórum, que es el Diccionario. Has entrado en el diccionario como entró el cachopo, que llegó a tener un rey, pero no tenía visto bueno académico; como entró transgénero, que no estaba, a pesar de lo mucho que se usa en algunos ministerios y mítines; como entró poliamor, yo creo que en homenaje a Núria Roca y Juan del Val, sus grandes difusores; como sindiós, que muchos pensaban que era un taco a lo gordo; como chuche, incorporado como reconocimiento a Rajoy que usó las chuches en campaña electoral, y como otras palabras sobre las cuales la Academia cumple el principio de Suárez: hacer normal en el diccionario lo que a nivel de calle es simplemente normal.

Y tú, pifostio, has sido uno de esos términos que estaban en la calle y la Academia te hizo normal en su código. He visto la definición que de ti recoge Google: "lío, situación o asunto confuso, problemático o difícil de resolver". Dios, pifostio, tú no eres una palabra, eres la crónica de España de cualquier día. Si me apuras, la historia de España de cualquier época.

Recuerdo un anuncio con una señora estupenda y esta leyenda que hoy sería blasfema: "Toda tú eres un culito". Hoy, las actas del Consejo de Ministros podrían venir con un mapa de la nación y un letrero: "toda tú eres un pifostio".

Llevabas años, pifostio, a la puerta del diccionario y no te dejaban pasar, no fueses a estropear el mayor periodo de libertad y prosperidad. Pero ahora los del diccionario miraron el panorama, las tribulaciones del emérito, el 25% del castellano, los cristos de Casado con Ayuso y Calviño, la reforma laboral, la Ómicron, los ministros, los no ministros, el Falcon, la tanqueta, los okupas, la coalición, los politólogos de guardia, el volcán, las inundaciones y una voz dijo: ¡la tormenta perfecta! Y alguien le replicó "no seas antiguo, esto es un pifostio". Y así te legalizó la Real Academia. Y ahora que eres académicamente legal, ¡abajo la autocensura! Toda tú, España, eres un pifostio. Todo tú, pifostio, eres el retrato de España.