La musa de los hombres del campo ayer era Concha Velasco y hoy es la ministra de Trabajo Yolanda Díaz, que tiene nombre de canción y que ayer citó a la patronal agraria y hoy los ha dejado tirados por los sindicatos.
La ministra-meiga te hace el ghosting, el filtro del amor y lo de las peonás. Es casi tan sensual como Pablo Iglesias, te murmura la acción del gobierno como el fontanero de la porno cuando pregunta que qué lavadora hay que arreglar y no sabes si dice cosas de la mesa de Cataluña o de una cama redonda.
San Valentín está peor visto que Vox. Es cierto que nada es para siempre. Yo antes era de Rosalía y ahora prefiero a Teresa Rodríguez, pero es que los periódicos no dejan de hablar de lo flexisexual, el poliamor, el pocketing, el cruising y las parejas híbridas: cualquier cosa menos una pareja estable y que se vaya la vida mientras preguntas al llegar a casa “Qué tal te ha ido en el trabajo cariño”.
Leo las revistas y creo que lo más punk que puedo hacer a día de hoy en España es ir a los toros y pasarle el brazo a mi mujer por encima del hombro y mandarle flores. Se está poniendo interesante el amor romántico. Viva San Valentín. Viva lo prohibido.