Un grupo de activistas de Greenpeace ha sido detenido en Rusia por protestar contra la prospección petrolífera en el Ártico. Rusia les acusa de piratería, po lo que pueden enfrentarse a penas de hasta 15 años de prisión. Por otro lado, Greenpeace ha denunciado al país por el secuestro ilegal de su barco, el Arctic Sunrise, y por violación de los derechos de las treinta personas de la ONG detenidas. El ex-director de Greenpeace nos asegura que "la preocupación es muy grande" y que "las condiciones en las que están son bastante penosas". Además, añade que "parece que hay más sentencias condenatorias ahora que en tiempo de Stalin".
Juan López de Uralde nos explica que "debido al cambio climático y al aumento de las temperaturas globales, la cobertura de hielo del Ártico está desapareciendo. Eso permite, paradójicamente, que el petróleo del subsuelo del Ártico cada vez sea más accesible. Esto hace que estén empezando a entrar compañías petrolíferas a explotar esos recursos". "La propia destrucción del Ártico está haciendo posible su explotación".