Melchor Miralles expone que “desde el punto de vista de la salud democrática se deberían conocer los nombres de la lista por un sentido elemental de la justicia”. Condena la “la pidación política” a la que ha sido sometido Rato, dice, “es una operación repulsiva” y cree que hay una filtración del Gobierno que viene del ministro de Guindos.
Además, María José Tarancón comenta que el conocimiento de la lista crearía inseguridad jurídica. Confiesa que le ha disgustado cómo ha sido todo el procedimiento, y cómo se han mezclado los temas políticos y tributarios.
Y Pilar Rahola explica que gracias a Internet es imposible que no se lleguen a conocer los nombres, porque dice que “esta información es poder” y añade que “en el siglo XXI en la época de las redes sociales y en la época del gran hermano es impensable que no salga”.