Por de pronto han conseguido que gobiernos europeos pidan a sus ciudadanos en Turquía que eviten determinados lugares turísticos. Al igual que ocurrió en Tunez, el islamofascismo busca el aislamiento de los países musulmanes como forma de radicalizar a sus habitantes. Turquía es estratégicamente el gran aliado de occidente y el muro de contención –a cambio de miles de millones de euros- de los que buscan en Europa su futuro. El gobierno turco adjudica la autoría al Estado islámico.
Es la guerra en la que están en origen las diversas facciones del Islam y que llega a territorio europeo, en forma de terrorismo. No siempre y no todos tenemos conciencia de lo que nos estamos jugando.