Los datos obtenidos por la aplicación “Quiero cuidarme” de DKV constatan que los españoles han seguido una vida sedentaria durante sus vacaciones. El 42,8% de ellos confiesa haber mantenido un nivel de actividad física “nada saludable”, mientras que solo el 9,4% de los usuarios de la aplicación han llevado un ritmo de ejercicio “muy saludable” en el periodo estival, el 16,75%, se ha mantenido en un nivel “saludable”, y el 31%, “casi saludable”.
Tal y como recoge DKV, reincorporarse al trabajo puede tener efectos en nuestra salud física y emocional, como la falta de sueño, el cansancio generalizado, la irritabilidad, la falta de apetito o problemas de concentración, entre otros. Estos se pueden ver agraviados si se han abandonado la práctica deportiva o los buenos hábitos alimenticios, o se han alterado las horas de sueño y descanso, de manera que se haya propiciado un desajuste en el organismo.
Para combatir y minimizar estos efectos, es importante planificar la vuelta a la rutina, adaptando progresivamente nuestro cuerpo a un ritmo de vida estable y sano.