El escritor e investigador en longevidad, Dan Buettner -quien lleva 20 años entrevistando a personas centenarias y visitando las "zonas azules", que son las áreas del mundo donde la gente tiende a vivir más tiempo- explica en una entrevista a la CNBC, que "cuando se toman datos mundiales sobre la felicidad y se controla todo lo demás, se descubre que las personas que viven junto al agua son... más felices que las que no lo hacen".
De hecho, cuatro de las cinco zonas azules: Okinawa (Japón), Cerdeña (Italia), Icaria (Grecia) y Nicoya (Costa Rica), son islas. El quinto lugar está en Loma Linda (California, EEUU).
Si bien existen varias teorías sobre por qué esto es así, Buettner explica qué factores son fundamentales: "Puede ser el efecto tranquilizante del agua o puede ser que el clima se modere gracias al agua".
Aunque no solo la felicidad es el único efecto secundario positivo de vivir junto al agua. Según publicó en 2017 BMJ Open, una revista médica de acceso abierto que se dedica a publicar investigaciones médicas de todas las disciplinas y áreas terapéuticas, "pasar tiempo cerca de costas, lagos o ríos puede promover la salud y el bienestar y prevenir enfermedades".
El propio Buettner vive en Miami Beach y dice que la geografía juega un factor importante en su bienestar, no solo por estar cerca del agua, sino porque el entorno le lleva a tener un estilo de vida saludable. "He elegido intencionalmente un lugar donde es muy fácil y atractivo realizar actividad física durante todo el año sin intentarlo realmente", le explicaba a Make it de la CNBC.
Para este investigador, "la clave no es la actividad física intensa", sino la que realizas cada día.
Factores Comunes en las Zonas Azules
Según las investigaciones de Dan Buettner han identificado varios factores comunes en estas regiones que contribuyen a una vida larga y saludable:
- Dieta: Predominantemente basada en plantas, rica en frutas, verduras, legumbres y granos integrales. El consumo de carne y productos procesados es bajo.
- Actividad física: Las personas son físicamente activas de manera natural en sus actividades diarias, como caminar, trabajar en el jardín y realizar tareas domésticas.
- Redes sociales y familiares: Fuerte conexión con la familia, amigos y la comunidad, lo que proporciona apoyo emocional y sentido de pertenencia.
- Sentido de propósito: Tener una razón para vivir o un propósito en la vida es un factor crucial en la longevidad.
- Manejo del estrés: Prácticas y rituales diarios que ayudan a reducir el estrés, como la meditación, la oración, las siestas y el tiempo de ocio.
