Benito Torreiro, un maestro vigués de 69 años, fue degollado en su piso de Vigo el pasado 28 de diciembre de 2021. Siete días después, el 4 de enero del 2022, el cadáver de Torreiro fue hallado en el suelo de su domicilio completamente ensangrentado.
Según informa La Voz de Galicia, la autopsia ha revelado que Torreiro, un hombre soltero y sin hijos, murió degollado una semana antes de ser encontrado, fecha en la que la víctima realizó una última llamada -a las 20:30 horas del día 28-, tras la cual se le perdió la pista hasta el hallazgo del cadáver.
La víctima mantenía una relación con su asesino
Multitud de evidencias sitúan a David M. C., un hombre de 21 años y de origen sudamericano, en el punto de mira. Al parecer, mantenía una relación sentimental con la víctima, por lo que esa noche le permitió acceder a su piso de forma consentida, tal y como sostiene el Juzgado número 5 de Vigo.
"Existen indicios racionalmente bastantes para creer que David mantenía una relación afectiva con la víctima", recoge la documentación judicial incluida en la causa. La afirmación judicializada se acompaña de una posibilidad que la instrucción valora como probable: "que debido a la diferencia de edad existente, hubiese una compensación económica por ello, en cuyo marco se puede incardinar la fatal agresión que David habría llevado a cabo".
Lo cierto es que víctima y verdugo, pasaron un tiempo juntos aquella noche. Comieron y bebieron, pero por un motivo que se desconoce, David M. C. pudo degollar a su supuesta pareja, tal y como defiende la tesis policial y judicial.
Las pruebas incriminatorias
David M. C. fue detenido el miércoles, 5 de enero de 2022. Permaneció retenido hasta el día 7 en la Comisaría de Vigo-Redondela de la Policía Nacional, pero no aclaró ninguna incógnita. Según informan fuentes policiales, el presunto asesino mostró una actitud fría y distante frente a las estrategias del interrogatorio donde no se confesó culpable, a pesar de las contundentes pruebas de cargo que lo sitúan degollando al maestro jubilado, sindicalista de UGT, candidato del PSOE y fundador de Escola Viva, Benito Torreiro.
Los agentes encontraron la cartera de la víctima en manos de David M. C. En los días posteriores al asesinato, el chico se había beneficiado de forma reiterada del dinero de la tarjeta bancaria de Torreiro. Además, también poseía las llaves del piso donde falleció la víctima y donde se encontraron sus pisadas ensangrentadas que formaban un reguero desde la ubicación del cadáver hasta la puerta de salida del domicilio.
Asimismo, un hecho constatado es que David M. C. tenía en su poder el teléfono móvil de Torreiro, que junto a la cartera y a las llaves, acorralan aún más al único detenido por su muerte. Según parece, también conocía la clave para desbloquear el dispositivo y utilizarlo. Solo de este modo se explica el hecho de que un familiar del asesinado recibiese en enero, días después de la muerte, un mensaje enviado desde el móvil de la víctima.
A la espera de los resultados del análisis forense del teléfono de David M. C con el que la Policía podría geoposicionar al presunto asesino junto a su víctima, la investigación descarta la participación de otros implicados en el delito de sangre que conllevó esta muerte violenta. También se desecha la ayuda del joven que acompañaba al presunto asesino en el momento de ser identificado en un control de carretera rutinario en la AP-53, a su paso por Silleda. No hay nada que lo ubique ni ayudando ni encubriendo a David M. C. en los días posteriores al crimen. Así pues, hasta la fecha, es este hombre el que concentra todas las pruebas de cargo judicializadas.