Madrid |
Y de ello se hacen eco los vecinos a través de fotografías publicadas en sus redes sociales. El fenómeno recorre el mundo. Por ejemplo, en Estados Unidos han sido avistados algunos coyotes recorriendo las calles… leopardos en ciudades indias, mapaches en Panamá o zorros en Londres
Tampoco España es ajena, en Madrid algunos patos han saltado de los estanques para pasearse por la ciudad, e incluso hay imágenes de pavos reales avanzando por el asfalto. En algún pueblo de montaña se han dejado ver cabras montesas aproximándose a las tiendas. En Asturias, en Ventanueva, en el concejo de Cangas de Narcea, los vecinos han podido fotografiar a un oso pardo que aprovecha la cuarentena para adentrarse, de noche en el pueblo. En Barcelona han aparecido algunos jabalíes.
Y hemos podido ver también, en redes sociales, imágenes de una bandada de palomas persiguiendo a una mujer en Benidorm en busca de comida. Aunque en este caso, dicen los expertos, responde más a que la especie está habituada a ser alimentada por el ser humano en los parques y acusa ahora esa falta de alimento.
Todas estas visitas de animales no se deben, aseguran los biólogos, a que estén recuperando su hábitat, algo que no es posible en un par de semanas de confinamiento que ni siquiera es absoluto. Se debe más bien a que estas especies son vecinas de las ciudades, sólo que no entran en ellas con tanto descaro como ahora porque el hombre las espanta. La fauna salvaje que vive cerca de nosotros está envalentonada al ver las calles vacías y se adentra en ellas en busca de alimento. ¿Cuando los coches vuelvan a dominar las ciudades, los animales volverán a sus lugares?