El cadáver de la mujer fue localizado ocho meses después en un paraje de Viladecans (Barcelona) y el presunto autor llegó en la noche del mismo día del homicidio a Nueva York, donde ha estado residiendo de forma irregular sirviéndose de documentación falsificada.
El arresto se ha producido a instancias de la Policía Nacional y gracias también a gestiones de la Consejería de Interior de la Embajada de España en Washington, cuatro meses antes de que el delito prescriba. Tras las gestiones llevadas a cabo en su momento por el antiguo grupo de homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña, a mediados del año pasado la investigación se reactivó ante la proximidad del plazo legal de prescripción.
El arrestado mantuvo una relación sentimental durante seis meses con una mujer colombiana con dos hijos menores de edad a su cargo. Ella quiso romper la relación unas semanas antes del crimen a lo que el hombre se negó y sintiéndose despechado y tomando una actitud de acoso directo e indirecto constante empezó a amenazarla de muerte con la exhibición de un arma de fuego.
El 5 de octubre de 1997 el hombre se presentó en el domicilio barcelonés de la mujer, donde residía con sus hijos y otros familiares, con la excusa de recuperar unos documentos. Mediante violencia, intimidación y engaño consiguió que su víctima subiera a un automóvil, momento a partir del cual dejaron de tenerse noticias de su paradero.
Ocho meses después el cuerpo de la mujer fue hallado casualmente en una zona de vegetación en el término municipal de Viladecans, junto al aeropuerto de Barcelona. El hombre tomó un avión con destino a Nueva York y desde entonces no ha retornado a España.
A través de canales de cooperación policial internacional, como las consejerías de Interior de las embajadas de España en Washington y Santo Domingo, así como el Consulado de la República Dominicana en Barcelona, se obtuvieron diferentes informaciones que permitieron concluir que el fugitivo estaría en la actualidad usando una nueva identidad y residiendo en Nueva York de forma clandestina.
La referida cooperación y las informaciones recabadas por el FBI y el ICE tuvieron como resultado la localización y detención del fugitivo en Nueva York.