Según el portal Político, el Tribunal Supremo de Estados Unidos está preparando un borrador para acabar con el derecho al aborto en el país. El medio cita un borrador filtrado con la firma del magistrado Samuel Alito. Además de él, otros cuatro cargos del Tribunal Supremo norteamericano habrían acordado la revocación de este derecho: Clarence Thomas, Neil M. Gorsuch, Brett M. Kavanaugh y Amy Coney Barret, estos tres últimos propuestos por el ex presidente Donald Trump.
El documento habla de que "es hora de acatar la Constitución y devolver el tema del aborto a los representantes elegidos por el pueblo". Al tratarse de un borrador, la decisión no es firme y aún podría cambiar, aunque no se espera un veredicto oficial hasta junio.
Esta filtración del Tribunal Supremo es un hecho sin precedentes en la historia de Estados Unidos, un país en el que el aborto es legal desde 1973, cuando el propio Supremo dictaminó que el Estado no tiene derecho a intervenir en la decisión de la mujer sobre su embarazo. En los últimos años han sido varios los estados norteamericanos que han aprobado normas que violan estos parámetros.
Terremoto político y social
Han pasado casi 50 años desde que el Supremo legalizara el aborto en Estados Unidos, pero en este tiempo el Congreso no ha promovido leyes para consolidarlo. La opinión pública está completamente dividida en torno a este tema. Según un estudio del Centro Pew para la Opinión Pública, el 59% de los estadounidenses están a favor del aborto legal, mientras que el 39% están en contra.
El borrador de la sentencia pone el foco en los legisladores, que serán quienes deberán aprobar una sentencia que podría ser un gran motivo de movilización para los demócratas de cara a las elecciones legislativas del próximo noviembre.
La policía ya trabaja en la identificación de la persona que habría filtrado la información en la que designan como una "atroz violación de la confianza y una traición contra la institución". Agustín Alcalá, corresponsal de Onda Cero en Washington D.C., subraya lo inhóspito que resulta este fenómeno, ya que "en la cafetería del Tribunal Supremo hay una sección acristalada a la que solo pueden acceder los asistentes de los nueve jueces para que nadie, ni visitantes ni periodistas, puedan escuchar el contenido de sus conversaciones".
En el caso de que uno de ellos sea visto en compañía de un periodista, quedaría expulsado inmediatamente del organismo. Por este motivo, la autoría de la filtración y la intención de la publicación del documento de 98 páginas se extiende ahora por todo el país, que atiende incrédulo a un fenómeno nunca ocurrido antes en un órgano de las características del Tribunal Supremo estadounidense y contra el que más del 70% de la población se mantiene en contra.