Alemania celebra este domingo sus elecciones para elegir al nuevo canciller. Tras el colapso del tripartito encabezado por Olaf Scholz, que en diciembre perdió la confianza del Parlamento y fijó elecciones para este domingo, el gobierno alemán se enfrenta a una crisis política sin precedentes.
Estas elecciones se celebran en un momento controvertido, no solo para Alemania, sino también para toda la Unión Europea, con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y sus conversaciones con Rusia para acabar con la guerra de Ucrania sin contar con Europa, así como la amenaza de aranceles por parte del magnate estadounidense.
En el país, la economía está estancada y el ejército está en proceso de reconstrucción. Además, la inmigración y la seguridad han sido temas claves durante la campaña. En este contexto, la política alemana está muy fragmentada, de hecho nunca antes había habido tantos partidos políticos.
Alice Weidel, una política con gran experiencia, sobre todo en economía
Uno de ellos es el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) liderado por Alice Weidel. Weidel nació el 6 de febrero en 1979 en Gütersloh (Westfalia). Creció en Harsewinkel junto a sus dos hermanos. En el anuario del instituto en el que estudió puede leerse que sus compañeros la definían como "una chica con carácter dominante y a veces explosiva".
En un reportaje que emitió sobre ella la cadena pública ZDF, uno de sus amigos se pronunciaba así: "Nunca he visto a nadie que diga una mentira con una imperturbabilidad sonámbula como la tuya, sin mostrar la más mínima señal de inquietud".
Su camino iba hacia la medicina, pero su padre se opuso: "Toda una vida rodeada de gente enferma..." Así que se decantó por la Economía y la Dirección de Empresas, carreras de las que se graduó en la Universidad de Bayreuth (Baviera). Tras la etapa universitaria se marchó seis años a China, donde trabajó para el Bank of China y se doctoró con una tesis sobre el sistema de pensiones chino.
Después trabajó en el Credit Suisse en Singapur y en Allianz Global Investors Europe en Fráncfort. Comenzó a ganar experiencia en el mundo de la banca de inversión gracias a su trabajo en Goldman Sachs y viajó por todo el mundo para una empresa de consultoría de startups internacional. Con 36 años tenía una experiencia tan dilatada que le permitió formar parte del Banco Mundial en un puesto de alto nivel.
En 2013 se alistó en el Partido AfD, que acababa de fundarse, tras una discusión con su pareja, la directora y productora Sarah Bossard, con quien tiene dos hijos. En la discusión, Sarah le dijo que en lugar de monopolizar todas las conversaciones, canalizara sus críticas hacia la política alemana.
Una política desconocida y con muchas caras
Alice Weidel es una desconocida en Alemania. Se la conoce con el apodo Frozen, la princesa de hielo. De hecho, los medios alemanes publican sobre ella "¿Quién es realmente? ¿Cuáles son sus motivaciones?" La periodista política Julie Kurz, que la lleva siguiendo desde hace cinco años, asegura que "para la mayoría de la gente sigue siendo un enigma", y también para ella: "Es una persona con múltiples capas, y las va usando según le interese. Es distinta en una entrevista que en una charla informal. A veces intenta seducirte; otras parece que está actuando”, ha dicho en una charla con El País.
La candidata de Alternativa para Alemania se muestra como todo lo contrario a lo que se espera de una líder de extrema derecha. Aunque su partido defiende la familia tradicional, ella está casada con una mujer. Aunque su partido va contra la globalización, ella vive fuera de su país la mayor parte del tiempo. También se contradice en los discursos sobre inmigración, ya que su esposa es de Sri Lanka.
El ascenso y cambio de AfD con Alice Weidel
A pesar de que al principio el partido abogaba por el euroescepticismo conservador, con el paso de los años ha evolucionado hacia un discurso basado en la antiinmigración y el antiislam, idea defendida a ultranza por Weidel.
La princesa de hielo ocupa puestos de liderazgo desde 2017, un partido formado en su mayoría por hombres conservadores de la antigua Alemania Oriental y de bajos ingresos. Ha reconocido ser admiradora profunda de Margaret Thatcher y, a simple vista, desentona con lo que los hombres que forman el partido buscan.
El objetivo de Weidel es normalizar AfD al mismo tiempo que lo radicaliza más. Su discurso contra los inmigrantes ha ido en aumento, sobre todo en campaña, cuando ha repetido una y otra vez la palabra "remigración" para solucionar los problemas del país. También ha cambiado su relación con Björn Höcke, el más radical de la formación. Weidel al principio quería expulsarlo, a día de hoy dan mítines juntos.
El programa de AfD se llama "Tiempo para Alemania" y creen que el nazismo "fue una caca de pájaro en los mil años de gloriosa historia de Alemania". Rechazan la política de asilo de la Unión Europea y quieren acabar con la "inmigración masiva". También están a favor de la salida del euro y que se eliminen las sanciones a Rusia. Apuestan por un servicio militar obligatorio para hombres y rechazan el aborto, el cambio climático o el matrimonio homosexual.
No van a pactar con ella
Las encuestas otorgan un 20% de los votos a AfD, lo que los colocaría en segunda posición. Sin embargo, es difícil que gobierne o que forme parte de un gobierno de coalición, ya que tanto el actual canciller Olaf Scholz como Friedrich Merz, el candidato conservador, aseguraron en el último debate que no pactarán con el partido ultraderechista. Aunque el pasado 31 de enero a punto estuvo de aprobarse un proyecto de ley sobre inmigración en el Parlamento alemán gracias a los votos de AfD.
Miles de personas han salido a las calles para manifestarse en contra de que el partido de Weidel llegue al poder. El 2 de febrero en Berlín se congregaron 250.000 personas según el medio alemán DW, mientras que una semana después en Múnich se manifestaron otras 250.000.
Apoyada firmemente por Elon Musk y los 'trumpistas'
Elon Musk se ha erigido como uno de los apoyos y defensores de AfD y, por consiguiente, de Alice Weidel, con la que mantuvo una charla en X que siguieron más de 200.000 usuarios. En ella, Weidel aseguraba que "Hitler era socialista porque el Estado fundó muchas empresas" y cargó duramente contra Angela Merkel, a la que acusaba de arruinar el país. De esta manera, Weidel rechaza su vinculación con el nazismo, aunque su abuelo perteneció a las SS.
Musk la ha calificado como "la única tabla de salvación para Alemania". A este apoyo se ha sumado el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance. En el contexto actual marcado por la Guerra de Ucrania y las conversaciones entre Rusia y Estados Unidos, destacan las palabras de Weidel sobre el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, al que según medios alemanes ha calificado como "un orador con traje de camuflaje, presidente de guerra y mendigo".
Esta es Alice Weidel, la princesa de hielo. Habrá que ver en qué puesto la dejan las elecciones, cuántos diputados logra y si podrán influir sus decisiones en el futuro político de Alemania.