Ha sido la primera rueda de prensa de María Corina Machado en el exilio, después de haber escapado de Venezuela a bordo de una lancha con destino a la isla de Curaçao, y un día después de que su hija Ana Corina recogiera el Nobel de la Paz en su nombre.
Esperanzada en que Venezuela sea algún día un país libre y un referente democrático, la opositora ha agradecido un reconocimiento que no es para ella -ha dicho- sino para todos los venezolanos que sueñan con que desaparezca el régimen autoritario de Nicolás Maduro.
“Quiero dirigirme al pueblo noruego, al pueblo europeo, al pueblo venezolano. Quiero dirigirme a todos los ciudadanos del mundo en este momento y asegurarles que tengo una enorme esperanza de que Venezuela será libre”, ha dicho en su comparecencia junto al primer ministro noruego.
María Corina, que huyó este miércoles de Venezuela a bordo de una lancha con destino a la isla de Curaçao escoltada por aeronaves norteamericanas, asegura que cuando sientes que corres peligro, aumenta tu valentía. “Por eso estoy convencida de que la paz, en última instancia, es un acto de amor. Y eso es lo que me trajo aquí. El amor de millones de venezolanos por la patria, por la libertad y por sus hijos”.
16 meses después, al fin María Corina Machado se ha podido reunir con su madre y sus tres hijos en la capital noruega. “Anoche no pude dormir, recordando una y otra vez ese primer instante en que vi a mis hijos. Durante muchas semanas, estuve pensando en ellos. ¿A cuál de ellos abrazaría primero? Y, bueno, si quieres que te diga, los abracé a los tres a la vez y ha sido uno de los momentos espirituales más extraordinarios de mi vida”, ha contado a la prensa opositora venezolana ya exiliada.

