ANIVERSARIO TERREMOTO SIRIA

El 90% de los sirios vive bajo el umbral de la pobreza un año después del terremoto

12 meses después del terremoto que azotó Siria en febrero de 2023, y tras casi 13 años de guerra, World Vision advierte de que la situación en el país es más crítica que nunca.

Diana Rodríguez Pretel

Madrid | 06.02.2024 13:15

Audio: Diana Rodríguez Pretel / Imagen: World Vision

El panorama actual en Siria, según World Vision, es extremadamente grave por la violencia continuada, la pobreza y las necesidades humanitarias que mantienen al 90% de la población siria viviendo por debajo del umbral de la pobreza.

La ONG calcula que en el noroeste de Siria al menos 4,1 millones de personas dependen completamente de la ayuda de las organizaciones humanitarias y 3,7 millones padecen inseguridad alimentaria. World Vision denuncia que alrededor de 6 millones de sirios, sobre todo mujeres y niños, no están recibiendo la asistencia nutricional básica y los menores representan el 64% de los más necesitados. Y lo más grave, señalan desde la organización, es que se ha reducido a la mitad el número de personas que reciben ayuda alimentaria, pasando de los 2 millones a apenas 1 millón de sirios.

Los servicios sanitarios sirios, en estado crítico

El informe de World Vision “Beyond the Rubble: The Impact of the Earthquake on Children in Northwest Syria One Year Later” (“Más allá de los escombros: El impacto del terremoto en los niños y niñas del noroeste de Siria un año después”), pone de manifiesto una situación caótica de emergencia sanitaria y nutricional derivada de varias crisis combinadas: el conflicto desde 2011, el terremoto de 2023 y los recortes de financiación.

Cuando se cumple un año del terremoto, buena parte de la población del noroeste de Siria vive en refugios inadecuados, con unas 800.000 personas que malviven en tiendas de campaña en campamentos superpoblados y prácticamente sin medidas sanitarias y de higiene. Sus casas siguen tal y como quedaron hace un año: reducidas a escombros.

Los seísmos de Siria y Turquía causaron más de 53.000 muertos y dejaron sin hogar y trabajo a miles de personas.