La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, anunció este jueves la posibilidad de crear un nuevo impuesto a las grandes fortunas. Tras asegurar que el Ejecutivo "se encuentra trabajando" en esta propuesta, aseguró que solicitarán un mayor "esfuerzo" a las personas con las rentas más altas. El gravamen entraría en vigor el próximo 1 de enero de 2023 y tendría un carácter temporal, "al igual que el impuesto a las energéticas y a la banca".
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, justificó la medida en su intervención en la Asamblea General de la ONU, apuntando que la "justicia fiscal" es "más necesaria que nunca". También remarcó la importancia de que "todos contribuyan en función de sus recursos", ya que únicamente eso podría reforzar el estado del bienestar.
¿En qué momento se considera una gran fortuna?
Hasta el momento, se desconoce con exactitud quiénes se verán afectados por este nuevo impuesto a las grandes fortunas, ya que no existe ninguna definición legal de la palabra. Aun así, durante una comparecencia, la ministra de Hacienda aseguró que afectaría a las "personas millonarias", es decir, al 1% de los ciudadanos españoles.
El estudio "World Wealth Report 2022" muestra que el año 2021 se registraron 246.500 titulares de grandes fortunas en el país, aumentando así el número de millonarios en un 4,4% respecto al año 2020. La persona que lidera el ranking es Amancio Ortega, fundador de la conocida empresa textil Inditex, cuya fortuna ascendería a los 54.381 millones de euros.
¿Cuánto podría recaudarse con esta nueva medida?
El Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda, Gestha, estima que las ganancias serían mayores a las percibidas por el Impuesto al Patrimonio. En concreto, hablan de que podrían ingresar 2.300 millones de euros al año, 1.200 millones de euros más de lo obtenido a través de este impuesto el año 2020.
Aun así, no es posible saber con exactitud cuál sería la cifra correcta, ya que no sabemos el patrimonio de las más de 60.000 personas millonarias que residen en España.
¿Cuál es su diferencia con el impuesto de patrimonio?
El Impuesto sobre el Patrimonio fue rescatado el año 2011 bajo el mandato de Mariano Rajoy. Este gravamen directo se aplica sobre el patrimonio personal de las personas físicas. Se devenga cada 31 de diciembre y para su cálculo se utiliza el valor total de los bienes que tiene el sujeto pasivo.
Según explica el portal de Bankinter, día de hoy está cedido a las comunidades autónomas que tienen el derecho de aplicar reducciones en el mínimo exento, modificar la tarifa y aprobar deducciones en la cuota del impuesto entre otras cosas. Aun así, existen una serie de consideraciones que deben cumplirse a nivel estatal:
- Una exención de 300.000 euros para la vivienda habitual.
- Un mínimo exento de 700.000 euros para todos los contribuyentes.
- La obligación de presentar la declaración para los sujetos pasivos cuya cuota tributaria resulte a ingresar o, no saliendo a ingresar, si el valor de los bienes y derechos supera los 2.000.000 euros.
- Quedan exentos los negocios familiares y participaciones en empresas que tengan la calificación de negocio familiar.
Por lo tanto, la gran diferencia entre ambos impuestos reside en quién podrá alterarlo, ya que como se ha mencionado con anterioridad el Impuesto al Patrimonio es controlado por las comunidades.
