Hace ya una semana, el lunes 18 por la noche, a unos tres kilómetros al noreste de la ciudad de Grindavik, un pequeño municipio pesquero situado en la península de Reikjanes, en el suroeste del país, a apenas 60 kilómetros de Reikiavik, la capital, erupcionaba el volcan por el que se ha declarado el estado de emergencia en Islandia, donde llegó hace 7 meses el logroñés Felipe Ardanza. Conocía la situación desde España y nos cuenta cómo lo están viviendo las personas que siguen en el polo. La grieta en la superficie terrestre tiene unos 3,5 kilómetros de largo y expulsa entre 100 y 200 metros cúbicos de lava por segundo, con columnas de humo de un centenar de metros de altura.
Desde finales de octubre se ha registrado una intensa actividad sísmica, con cientos de terremotos en la zona que ya anticipaban una gran erupción en un país con 200 volcanes en activo.
De hielo y la lava de un polo, al otro, en la Antártida, también ha estado recientemente una riojana, bioquímica y genetista de Calahorra, con residencia habitual en los Estados Unidos de América. Judith Jiménez nos relata su expriencia en la misión con 100 mujeres investigadoras, Ciencia, Tecnología, Ingenieria, Matemáticas y Medicina a favor del progreso y la investigación en diferentes ámbitos.
