Tras el ya tradicional acto de entrega de la bota y el paraguas, Ortiz de Urbina ha reconocido que este año será especial, 'se me va a hacer duro' y ha insistido en que La Blanca se viva con respeto. Sobre su relevo y el debate abierto sobre si una mujer puede o no encarnar a Celedón, él lo tiene claro: 'No se puede mirar con los ojos de los años 80'.
La alcaldesa Maider Etxebarria ha abogado por unas fiestas sin incidentes y en las que las mujeres puedan disfrutar sin miedo a ser acosadas o agredidas. Desde Alcaldía se invita a las personas que acudan a la Bajada a que abran paso a Celedón y faciliten su paseíllo hasta la balconada de San Miguel para que así, de manera más 'reposada y tranquila, pueda dirigir su último saludo.