Seis de cada diez pisos edificados en nuestra comunidad tienen más de 40 años con lo que cuentan con una calificación energética inferior a la que impondrá la nueva directiva. El boom inmobiliario de los años 70 y 80 en Euskadi ha supuesto que a día de hoy el parque de viviendas vasco esté muy envejecido y no esté adaptado a las normativas de eficiencia energética que Europa quiere aprobar para 2035.
En Euskadi hay un 94% de viviendas con calificación E y F que no estarían admitidas por Europa lo que podría suponer dificultades para vender o alquilar. Serían necesarias reformas importantes en las envolventes, cambios de calderas, cambio de ventanas. A día de hoy, hay déficit de empresas vascas de reformas para llevarlas a cabo. La inversión será fuerte, muchos propietarios no las podrán afrontar y es que las subvenciones no cubren el 100% de las obras.