Hechos
Los hechos tuvieron lugar hacia las diez y media de la mañana del miércoles. La vitoriana Pilar Berrio, de 43 años, fue apuñalada en el interior de su coche tras ser embestido por su atacante cuando circulaba por una carretera. Sus hijos, de 5 y 9 años, presenciaron el asesinato desde los asientos traseros del vehículo. Tras cometer el crimen, el asesino retornó a su automóvil y se dio a la fuga.
Se puso entonces en marcha un intenso dispositivo de búsqueda que se focalizó en Gipuzkoa, en la zona del Alto Urola, en localidades como Zumarraga y Legazpi donde residen algunos de sus familiares.
La policía considera al hombre como muy peligroso. Hace mes y medio que salió de prisión y al parecer la víctima le había acogido en su piso en Murchante.
Antecedentes
El principal sospechoso tenía numerosos antecedentes policiales y había salido de la cárcel hace aproximadamente mes y medio.
En 1998 fue detenido por el asesinato de la empleada de una gasolinera de Ikaztegieta, junto a otras dos personas. Los tres fueron absueltos por un jurado popular por falta de pruebas. Izaskun Larrauri Apaolaza, empleada de la gasolinera Campsa de Ikaztegieta, fue asesinada de un disparo de escopeta en la cabeza durante un atraco el 8 de octubre de 1998.
Repulsa
Desde el asesinato se han sucedido las muestras de condena, como la concentración de repulsa ante el Ayuntamiento de Vitoria, ciudad natal de la víctima, tras una pancarta con el lema "Vitoria-Gasteiz contra las agresiones machistas". La Junta de portavoces ha aprobado una declaración de condena que, entre otras cosas, califica la violencia machista como "una grave vulneración de los Derechos Humanos, siendo el asesinato la expresión más grave del machismo y un problema social de primer orden que atenta contra la dignidad y la integridad física y moral, principalmente de las mujeres que la sufren y enfrentan". El alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, se ha referido especialmente a los hijos de la víctima y les ha ofrecido "cariño y solidaridad" pero también los servicios sociales y psicológicos del Ayuntamiento.
En Murchante, más de 500 personas asistieron a la concentración de repulsa convocada por el Ayuntamiento tras celebrar un pleno extraordinario en el que acordó tres días de luto oficial en la localidad en memoria de María Pilar.
Por su parte, el Gobierno de Navarra mostró “su más profundo rechazo y condena” por el crimen. Una repulsa a la que también se unió el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, a través de un mensaje en twitter en el que trasladaba sus "condolencias a familiares y amistades de la víctima". "Mi rotunda condena al agresor -que se ha dado a la fuga-, autor de este asesinato de violencia machista", afirmó.
