Segunda derrota en dos desplazamientos

Osasuna se derrumba en Vallecas

El equipo cae goleado 3-1 después de empezar ganando

Javier Saralegui

Pamplona / Iruña |

Osasuna volvió a decepcionar fuera de casa. No por la derrota, sino por la manera de perder. El encuentro no era para echar cohetes, pero Osasuna llegó ganando al descanso por una acción aislada en la que Raúl García de Haro metió un golazo con un buen control y un gran remate con el empeine desde fuera del área para batir a Batalla. Hasta entonces los acercamientos más peligrosos eran del Rayo, y después del gol hubo otra buena ocasión con un tiro de Bryan Zaragoza, además de un agarrón previo en el área a Raúl que el árbitro y el VAR no se sabe por qué no interpretaron como penalti.

Pero el equipo de Íñigo Pérez devolvió el golpe con otro tiro imprevisto de Mumin, central que marcó desde la posición de extremo izquierdo cuando apenas tenía ángulo para chutar a portería. Y ahí se derrumbó Osasuna. El entrenador lamentó tras el partido que sus jugadores hubieran acusado tanto el gol del empate, pero su planteamiento tampoco contribuyó a una reacción. Sergio Herrera sacó en largo todo el partido, renunciando al ataque con los laterales, y Torró estuvo desorientado y no fue el creador de fútbol que necesitaba el equipo. Rubén Peña y Arnáiz dieron algo de criterio y de mordiente, remate al poste incluido, pero llegó el 2-1 en una acción de dejadez defensiva y el 3-1 en las postrimerías sacando las costuras a Osasuna: una falta en el centro del campo fue sacada por Herrera dando tiempo al Rayo a colocarse en defensa en lugar de ser jugada por bajo en el momento, y en la contra posterior medio equipo pasó de correr y el otro medio corrió para nada.

Así que segundo desplazamiento y segunda decepción de un equipo que, de momento, da una imagen muy distinta lejos del Sadar de la que da en su estadio.

Estas son las explicaciones del entrenador rojillo de la derrota y el partido de ayer.