Siglo I a.C.

Hallada en Irulegi la inscripción en lengua vascónica más antigua que se conoce

Una excavación llevada a cabo en el poblado de Irulegi ha permitido localizar una mano de bronce del siglo I a.C. con la inscripción en lengua vascónica más antigua que se conoce hasta la fecha.

Onda Cero Navarra | Europa Press

Pamplona / Iruña | 14.11.2022 12:41

La mano de Irulegi
La mano de Irulegi | Gobierno de Navarra

'Sorioneku' (de buena fortuna) es la primera de las cinco palabras que ha podido ser descifrada, en la que ya se conoce como la 'mano de Irulegi'. Se trata de una representación en bronce de esa extremidad, diseñada para colgar en la puerta de entrada de una casa, a modo de objeto ritual protector del hogar.

Su antigüedad, primer tercio del siglo I a.C., la convierte en un hallazgo excepcional, ya que se trata del documento más antiguo y también el más extenso escrito en lengua vascónica que se conoce hasta la fecha. Junto a otros hallazgos, viene a confirmar el uso de la escritura por parte de los antiguos pobladores de esta zona. Estos utilizaban para ello una variante específica del signario íbero conocida como 'signario vascónico'.

La mano ha sido encontrada en el marco de las excavaciones que se están llevando a cabo en el poblado de Irulegi (Valle de Aranguren), habitado entre la mediados de la Edad del Bronce (s. XV a XI a.C) y final de la Edad del Hierro (s. I a.C). El proyecto está promovido por el Ayuntamiento del Valle de Aranguren y cuenta con subvención del Gobierno de Navarra. La campaña la realiza la Sociedad de Ciencias Aranzadi.

La presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, ha presidido este lunes el acto de presentación, celebrado en el Palacio de Góngora. Ha estado acompañada por la consejera de Cultura y Deporte, Rebeca Esnaola; por el alcalde del Valle de Aranguren, Manuel Romero, y por el presidente de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, Jokin Otamendi.

Hallada en junio de 2021

La 'mano de Irulegi' fue hallada el 18 de junio de 2021, junto a la entrada de una de las viviendas excavadas en el yacimiento. Pero la inscripción no ha sido descubierta hasta el pasado 18 de enero de 2022, cuando se iniciaron las labores de limpieza y restauración de la pieza.

Desde entonces viene siendo investigada por un equipo multidisciplinar de arqueólogos, geólogos, restauradores, químicos, epigrafistas y lingüistas. Su destino inmediato será una cámara para conservación de metales en las dependencias del Servicio de Patrimonio Histórico, donde continuarán los trabajos de investigación. En un futuro se espera que poder exhibirlo en el Museo de Navarra, que cuenta con las medidas de conservación y seguridad idóneas para su exposición.

Una inscripción de más de 2.000 años

La inscripción consta de cinco palabras (40 signos) distribuidas en cuatro líneas. El alfabeto empleado para escribir el texto pertenece a la familia de los semisilabarios ibéricos. Pero presenta algunas características que llevan a catalogarla como un subsistema específico del territorio vascón, entre ellas el uso del signo T, no presente en otros subsistemas.

Mano de Irulegi
Mano de Irulegi | Gobierno de Navarra
Inscripción mano de Irulegi
Inscripción mano de Irulegi | Gobierno de Navarra

En consecuencia, la 'mano de Irulegi' introduce novedades significativas en el mundo arqueológico y lingüístico. Por un lado, confirma la existencia de un sistema gráfico específico, derivado de una variante del signario Ibérico, llamado 'signario vascónico'. Además, certifica el empleo de la lengua vascónica en el área geográfica en el que ha sido descubierta a inicios del siglo I a.C.; es decir, hace más de 2.000 años.

El objeto ha sido encontrado en el yacimiento arqueológico del poblado situado en la cima del monte Irulegi, en la base del castillo del mismo nombre. Se trata de un asentamiento habitado, desde la Edad del Bronce medio tardío (entre los s. XV y XI a.C), hasta el primer tercio del s. I a.C. En esa fecha fue abandonado tras ser incendiado por tropas romanas, en el marco de las guerras sertorianas (años 83-73 a.C), un conflicto civil entre los romanos Quinto Sertorio y Lucio Cornelio Sila, en el que los pobladores autóctonos tomaron partido.