Los institutos murcianos arrastran un problema de segregación escolar, entendida como la concentración de estudiantes de familias con pocos recursos económicos en centros educativos concretos, frente a otros centros que aglutinan a alumnos de familias acomodadas.
España es el tercer país que más segrega a los alumnos con rentas bajas. Solo Turquía y Lituania tienen más colegios 'gueto', en los que más de la mitad de escolares son pobres y en los que abunda el fracaso escolar
La segregación de los alumnos solo puede atajarse, alertan los autores del informe realizado por la ONG Save the Children y el centro de estudios EsadeEcPol, con cambios en el baremo de admisión de alumnos como los que plantea la Ley Celaá. Según ese informe, un sistema educativo poco diverso genera un exceso de fracaso y abandono escolar temprano.
El investigador y sociólogo, Juan Carlos Solano, subraya que "lo que están haciendo muchos gobiernos autonómicos es financiar con dinero público la educación privada de hijos de familias acomodadas y eso, dice Solano, detrae fondos que necesita la escuela pública al concentrar al mayor número de alumnos con necesidades educativas especial y clases económicas desfavorecidas".
"Si analizamos los resultados educativos, excluyendo el factor social, vemos que los resultados académicos de los centros públicos son iguales o mejores que los de centros privados y concertados" dice Solano.
El investigador y sociólogo, Juan Carlos Solano, considera que las escuelas e institutos de la Región de Murcia "son un fiel reflejo del sistema productivo y una herramienta para mantenerlo puesto que una sociedad como la de la región, con mayoría de trabajos precarios y mal pagados en el campo y la hostelería, no podría emplear a un porcentaje mayor de titulados".
Solano advierte de que es absolutamente necesario cambiar el modelo productivo y para eso se necesita gente formada capaz de emprender. "Un modelo basado en la mano de obra barata está abocado al fracaso" dice.
