centros penitenciarios

El desmantelamiento de la sanidad penitenciaria eleva los conflictos en las prisiones según CCOO

El sindicato CCOO explica que en la prisión del Campos del Ríos hay sólo un médico para 1.050 internos y que la ausencia de políticas de salud mental ha incrementado los suicidios y las amenazas y agresiones al personal penitenciario

Verónica Martínez Serrano

Murcia | 03.11.2021 13:09

CCOO ha denunciado la precariedad laboral en las prisiones de Murcia. Asegura que existen 106 puestos de trabajo vacantes y presupuestados, que están sin cubrir, “lo que obliga a hacinar a la población reclusa, aumentando los conflictos entre internos y con el personal penitenciario”.

En concreto, en los tres centros penitenciarios de Murcia hay 1.734 personas privadas de libertad, de las cuales 215 cumplen condena en un régimen de semilibertad. A lo que hay que añadir la carga de trabajo que consiste en gestionar una media de más de quinientos mandamientos judiciales al trimestre de penas y medidas alternativas a la prisión, sin que se ampliaran los efectivos.

Un colectivo especialmente perjudicado por la política penitenciaria del Ministerio del Interior, según la Secretaria General de CCOO en IIPP, Silvia Fernández, “es el de la sanidad penitenciaria, donde se están tomando medidas para precarizar sus condiciones laborales, y abrir paso a su privatización”. Añade que “éste es el principal motivo por el que el Ministerio del Interior tiene a un solo médico en la prisión de Campos para cubrir la asistencia sanitaria de los más de 1.050 internos las veinticuatro horas del día, generando unas condiciones laborales calamitosas que están poniendo en peligro la salud del facultativo, pero también del resto de personal de enfermería y auxiliares sobre las que repercute la sobrecarga de trabajo”.

Silvia Fernández añade que “los internos también se quejan de la falta de asistencia sanitaria y algunos de ellos presionan para salir al hospital y amenazan a los profesionales, sin que Instituciones Penitenciarias resuelva el problema”.

Destaca que “la consecuencia más grave del desmantelamiento de la sanidad penitenciaria, es el incremento de las patologías mentales en prisión, de suicidios y la ausencia de políticas públicas de salud mental, donde en torno al 35% de la población reclusa murciana tiene algún tipo de patología mental y no dispone de ningún recurso psiquiátrico para recibir la asistencia que precisan. Además la mayoría de las agresiones que sufre el personal penitenciario están relacionadas con la falta de diagnóstico y tratamiento especializado de las patologías mentales”.

CCOO exige la urgente redistribución de las cargas de trabajo y que se cubran todas las vacantes que existen.