Hola, Victorio.
Conozco muy pocos equipos que defiendan bien y no estén arriba. En fútbol, en baloncesto, en balonmano y en cualquier deporte de equipo. Defender bien es la garantía de que vas a ser competitivo, la garantía de que has construido algo sólido. Y ya después viene el interiorismo, la decoración de eso que has construido. Es decir, llega lo más difícil: marcar la diferencia en ataque.
Quizás a Pablo Alfaro no podamos reconocerle desde que entrena al Murcia demasiados progresos en ataque, pero sí que nos ha ido homologando progresivamente con la categoría. Ya somos un equipo rocoso más, que no regala nada, que no se complica demasiado la vida y que sigue esperando que arriba pase algo.
Ésa sigue siendo la gran asignatura pendiente: arriba ocurren cosas aisladas, sin demasiada conexión. No hay un juego que hilvane todo, no hay una superioridad clara contra prácticamente nadie, ni un dominio. Pero quizás sólo tres o cuatro equipos en esta categoría puedan presumir de eso.
Queda una segunda vuelta para seguir mejorando la decoración de eso que hemos construido, queda una segunda vuelta para dar pasos adelante en ataque. Pero es que defender es lo más sencillo en fútbol. Es atacar lo verdaderamente complicado.
Para acabar, me gustaría trasladar un deseo personal, ahora que el Cartagena ha salido del descenso. Ojalá nadie vuelva a pronunciar esa frase futbolera tan fea de “el partido de este domingo es una final”. Como nos ha enseñado el Cartagena de Julián Calero, casi ningún partido es una final, nunca. Siempre se está a tiempo de prácticamente todo. De hecho, ésa es una de las cosas más bonitas del fútbol y la vida: la convicción de que, por muy colista que seas, la permanencia no está en realidad tan lejos.
Buenas tardes.
