El subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Delfín Fernández, aseguró que la intensidad policial continúa a pesar de los meses que han transcurrido sin noticias de su paradero.
Fernández ha querido reconocer el comportamiento ejemplar de los familiares de la desaparecida, y ha subrayado que éste es un caso que "debe resolverse".
Sonia Iglesias, de 38 años de edad, desaparecía el 18 de agosto de 2010 en pleno centro de Pontevedra horas antes de incorporarse a su puesto de trabajo como dependienta de una tienda de ropa.
A punto de cumplirse cinco meses de su desaparición, el representante del Gobierno en Pontevedra ha asegurado en sus últimas comparecencias públicas la necesidad de resolver este caso.
La familia de la joven desaparecida ha reiterado en diferentes ocasiones el agradecimiento de la sociedad pontevedresa su apoyo incondicional en las tareas de búsqueda y en las diferentes movilizaciones celebradas en el centro de la capital en recuerdo Sonia.