La suma de voluntades que no ha unido el rechazo al PXOM, ni el retraso endémico de los presupuestos, ni una hipotética moción de censura para atajar la crisis institucional del PSOE de Ourense en el gobierno, lo consiguieron ayer las formas de la responsable de Urbanismo, Áurea Soto. Una especie de 'escrache" de tres concejales de PP, BNG y DO -la oposición en bloque- en la mitad de una rueda de prensa fue el último show de un ayuntamiento abonado a los líos.
Los desencuentros de la comisión investigadora de la ayuda a domicilio -un proyecto bandera del ejecutivo sepultado por las sombras de una investigación judicial con un carrusel de imputaciones en Benestar Social- estallaron ayer con un boicot de los representantes de PP, Democracia ourensana y BNG en el órgano que analiza la última adjudicación, la de 2011.
Soto, la portavoz que se jactó con un "pedir perdón de qué?" tras la crisis de los gin-tonic se quedó sin palabra al ser interrumpida en una comparecencia convocada por el gobierno local al margen del protocolo de la comisión, apenas concluida la última reunión pero sin que las conclusiones, que van a ser compartidas por las tres siglas de la oposición, estén redactadas, elevadas a definitivas y tengan carácter formal con la firma de todas las partes, Soto incluida. Antes, en la sesión definitiva, la edil amenazó con denunciar filtraciones con un informe del asesor jurídico. Nada más salir, convocó a la prensa modificando el gabinete, de urgencia, la agenda del día.
La oposición sostiene que la valoración de la concejala era partidaria, un altavoz para el PSOE, y el escenario, el salón de pleno, inadecuado. En un escrito suscrito por todos los grupos y dirigido al alcalde ayer, recuerdan al regidor que el uso del salón noble queda restringido para "actos institucionales del grupo de gobierno y actos oficiales".
El "escrache" de los tres ediles de de la oposición, a la responsable de Urbanismo en una comparencia para difundir su voto particular en la investigación -un extenso informe para acusar a los rivales de mentir y para defender la honorabilidad de su compañera investigada por presunta malversación y estafa, Marga Martín- tardó 30 segundos desde que Soto dijo palabra. El concejal del PP, Miguel Abad, encendió el micrófono de su escaño y acalló a la socialista. Solo tuvo tiempo para calificar el hecho de "insólito". El popular acusó a la edil de "faltar" a la comisión al recordar que solo la presidenta del órgano, la representante del BNG Ximena González, puede asumir la voz. La concejala nacionalista tildó de "irresponsable" a la, además, teniente de alcalde. "
Se ausenta para volver
Aconsejada por el gabinete municipal, la concejala paró la comparecencia y buscó resguardo en Alcaldía. Se oían gritos. Tras marcharse la oposición -Ximena González emplazó a la próxima semana para difundir las conclusiones-, Soto regresó y cumplió con su objetivo. Defendió además su "derecho" a convocar y denunció un intento de "amordazar". La edil, que en la penúltima sesión investigadora amenazó a la edil de DO, Susana Gómez -presente ayer en el 'escrache', aunque no intervino-, desgranó los motivos de su voto particular contra las conclusiones en bloque de toda la oposición sobre la ayuda a domicilio, un servicio "esencial" que funciona "correctamente", y del que se han cumplido "34 de los 37 items", resaltó.