Es posible que alguna vez hayan sentido esa sensación de ahogo en la garganta, de presión en el pecho, un nudo en el estómago o mayor dificultad para respirar. Podrían ser síntomas de otras patologías pero también de esa ansiedad, que si no sabemos gestionar podría hacerse crónica o complicarse. Aceptar, dejarnos sentir la tristeza en vez de resistirnos y caer en conductas compulsivas (atracones, compras...) para intentar huir de esa sensación. Pero sobre todo, entender que si no es algo que dependa de nosotros, debemos soltar y buscar de dónde viene ese miedo, que pensamientos nos lo están creando y cuestionarlo