La situación del Valencia CF en tabla clasificatoria es la que es, puestos de descenso en el mes de abril, a falta de 10 jornadas del final de temporada y con sensaciones que no invitan al optimismo. Desde esa realidad, ¿alguien piensa en la próxima temporada?, esa es una pregunta que habría que hacerle a la dirección deportiva debido a los dos escenarios que se podrían dar de cara a la temporada 23/24, con el equipo en primera o en segunda. Un trabajo que ya por la realidad que viven los de Mestalla es complicada aunque, atendiendo a la forma de proceder de Meriton, lo primero serán las posibles ventas de este verano donde los nombres de Mamardashvilli, Yunus Musah o el propio Thierry Rendall ocupan una posición importante en esa posibilidad.
Mamardashvilli, Yunus y Thierry
El cancerbero georgiano, Giorgi Mamardashvilli, es el que más cartel tiene, sobre todo en la Premier donde equipos como el Lester o Chelsea han mostrado interés por un jugador cuyo redito económico para las cuentas del club serían una de las que más beneficio neto aportaría al club por su coste quasi cero en su llegada al club blanquinegro. Otro de los que aún tiene cartel es el internacional estadounidense Yunus Musah, en el radar de bastantes equipos europeos como el Inter de Milán. Una situación, la del centrocampista, en el que además se suma el incidente con algunos aficionados en Mestalla tras el partido ante el Athletic en Copa del Rey, aspecto este que suma en la decisión del americano. El caso de Thierry es complicado ya que sus innumerables lesiones ha frenado su cotización personal y ha sembrado de dudas al valencianismo además de que su viaje a Portugal tras su última lesión para "desconectar" según el club y tratarse en su pais natal alude a una realidad de desconfianza de ambas partes por su futuro.
Un mercado con muchas incógnitas
Serían tres nombres para apuntar en salida pasara lo que pasara al final del año con el equipo pero en el que cabe otra consideración, con qué dinero se contaría para reforzar al equipo, dinero escaso y que además habría que atender a posibles compras de jugadores que ya militan en el Valencia como es el caso de Cenk, por valor de 4 millones, Justin Kluivert, operación que superaría los diez millones y por ende muy muy complicada a no ser que la Roma accediera a un segundo año de cesión al igual que Samuel Lino con el Atlético de Madrid, o un año más cedido o posibilidad remota.
Con este panorama el Valencia debe trabajar además de otear el mercado en dos vertientes, con un equipo en segunda o en primera, aunque viendo las apreturas económicas del equipo poca diferencia supondrá el desembolso a realizar, además de elegir al entrenador de la próxima campaña en el caso de que Rubén Baraja. Un trabajo que ahora mismo se ha de hacer pero en un papel secundario ya que el esfuerzo de todo el valencianismo es la permanencia en primera división.
