La puesta de largo del Valencia CF ante su afición brindó la primera derrota del verano. En la prueba más exigente, contra un rival de caché y dirigido por Unai Emery, el Aston Villa se impuso en el Trofeu Taronja por un marcador final de 1-2.
Desde el minuto 1, los de Rubén Baraja salieron con mucha mordiente y tan solo la contundencia de Pau Torres y Kamara impidieron un gol madrugador en Mestalla. Diakhaby desperdició una ocasión a balón parado, con un testarazo desviado. Fran Pérez también lo acarició con un disparo a colocar, ligeramente alto.
Sin embargo, alcanzado el ecuador de la primera parte, Watkins sorprendió al equipo valencianista. Con un disparo seco, bajo y al palo corto, cargó un derechazo desde la semiluna del área ante el que Giorgi Mamardashvili poco pudo hacer.
El Aston Villa fue ganando en protagonismo tras el gol, aunque los blanquinegros volvieron a la carga tras el ‘cooling break’ y a punto estuvieron de beneficiarse de un par de imprecisiones del ‘Dibu’ Martínez. Pese a ello, el final del primer tiempo reflejó en el marcador una derrota provisional por la mínima.
La afición reclama los fichajes
Con la intención de dar la vuelta a la tostada, un nuevo impulso hacia el ataque se dio tras la reanudación, especialmente con una correosa banda derecha y con una nueva tentativa del joven Fran Pérez, uno de los mejores jugadores de la pretemporada.
Con mucha brega, pero firme en todas sus líneas, el Aston Villa resistía. Por momentos, el ambiente también se caldeó y obligó a intervenir el árbitro Cuadra Fernández. La revolución de los cambios sirvió el segundo gol de los ingleses. Recuperación y asistencia de Coutinho en zona de tres cuartos, para que Emiliano Buendía la empalara de primeras y con algo de rosca para ampliar la renta a dos tantos.
Con prácticamente media hora de juego por delante, el gol del Valencia se resistía, mientras Fran Pérez seguía haciendo la guerra por su cuenta. La afición siguió mostrando su descontento con la gestión actual, mientras reclamaba fichajes. Y Gabriel Paulista dejó la imagen de la noche, encarándose con parte de la grada.
Ya en los compases finales, el Valencia dio algo de emoción. Un saque de esquina botado por Pepelu se tradujo en un autogol. Chambers repelía hacia su propia portería. Con cinco minutos de añadido y el último empujón de Mestalla, el empate no terminó llegando. Los ‘villanos’ se llevaban el trofeo hacia Inglaterra, sin recurrir a los penaltis.