Hoy venía pensando en… la naturalidad en el mundo del fútbol.
Como la del que va a ser hoy nuestro invitado en Onda Deportiva Valencia. Julián Calero, el entrenador del Levante UD. Os aseguro que es una entrevista que me apetecía mucho hacer. Le he escuchado en un sinfín de ruedas de prensa pero aún no había tenido la oportunidad de charlar un rato con él. Lo que me transmite desde la distancia es una naturalidad impropia en el mundo del fútbol. Y al margen de lo futbolístico estoy seguro que es de esas personas con las que te sentarías a conversar horas y horas sobre muchas cosas de la vida.
Calero llegó al Levante y supuso sin lugar a dudas un reducto de aire fresco entre tanta tragedia de los últimos años. Calero ha sabido recuperar la ilusión de una afición, la levantinista, que ha tenido que sufrir estas últimas temporadas con un descenso, un no ascenso en el último minuto por un fatídico penalti, una temporada como la última sin pena ni gloria y viendo como su club se desangraba económicamente para caer a los infiernos. No me cabe duda que el Levante necesitaba un tipo como Calero.
No sé si al final se conseguirá o no el sueño del ascenso. No tengo una bola de cristal. Pero no me cabe ninguna duda que los granotas estarán peleando hasta el final para ser equipo de primera división. Calero ha conectado a la perfección con el equipo y con su afición.
Y me gusta que se lo haya tenido que trabajar tanto hasta llegar aquí. Ha pasado por una infinidad de equipos sin tener jamás la oportunidad de entrenar en primera división. Nadie le ha regalado nada, ni siquiera ha sido futbolista profesional. Todo lo que tiene se lo ha ido labrando poco a poco con su trabajo, esfuerzo y dedicación. Habrá quien piense que es un vende humos, un demagogo o un tribunero. Yo no lo pienso. Creo que Calero es un apasionado de lo que hace, del fútbol, y eso bien merece tener el premio final: el del ascenso…