Hoy con Leleman venia pensando en… lo poco que abundan jugadores como Pepelu que quieran atarse diez años al mismo club y más después de un descenso.
Porque hoy ha sido el acto de renovación del futbolista del Levante. La historia de Pepelu es digna de estudio. De no contar para el Levante y buscarle una salida después de ser enviado a Portugal a convertirse en su referente de su equipo en solo un año y firmar por diez temporadas más. Si alguien ha tenido el premio al esfuerzo, a no rendirse jamás y no bajar los brazos ese sin duda ha sido Pepelu.
El fútbol es así. Pasas de villano a héroe y viceversa en cuestión de segundos. Hoy Morales es el villano, Pepelu el héroe. Hace solo un año Morales era la leyenda y Pepelu el futbolista al que había que buscarle salida. El de Denia ha conseguido meterse en el bolsillo a su afición en solo una temporada. Esa misma afición que hoy, pese al descenso y la marcha de Morales, se encuentra más ilusionada que nunca en poder depositar toda su confianza en Pepelu. Y a él se le ve feliz.
Se le ve feliz porque aunque tenga que pasar, ojalá sea así solo, un año en segunda división y haber desechado ofertas de equipos importantes, a todos nos gusta ser profeta en nuestra tierra. Y hoy Pepelu lo es y lo sabe. Puede convertirse en ese futbolista criado en la cantera y que siempre jugará en el equipo de sus amores.
Porque ya no abundan de esos. Con el fútbol convertido cada vez más en un negocio ya no hay tiempo para el romanticismo ni siquiera para esos que de verdad sienten un escudo. Incluso esos un día pueden responder a los cantos de sirena y abandonar el equipo de sus amores para pasar a ser villanos. Ojalá con Pepelu no suceda y se convierta un día en verdadera leyenda levantinista. Porque hoy los granotas sonríen con él. Y eso… eso… no tiene precio…