Hoy con Leleman venia pensando en… la despedida de Bordalás.
Ayer escribía en tuiter que soy incapaz de juzgar a quien se quiere despedir de forma elegante pese a todo lo que le hayan hecho. Solo él sabe sus razones para hacerlo así. Pero por otro lado entiendo que el valencianismo ayer se sintiera un poco más solo en su lucha contra Lim. Tal vez por eso no tenga una opinión formada sobre si fue un señor o una decepción.
Lo que si sé es que Bordalás ayer no fue sincero. Y no lo fue porque no puede decir que nunca le han ninguneado y que se ha sentido respetado por su ex presidente Anil Murthy. No, no puede. Y no puede porque todos sabemos que en diciembre se apartó del mercado de fichajes porque no le hacían caso y todos sabemos que ha estado meses esperando esa reunión con Lim que nunca ha llegado. Al igual que todos sabemos, y él también, que Anil estuvo en Milán el 6 de abril negociando con Gattuso antes incluso de disputar la final de la Copa de Rey. Y eso, se mire por donde se mire, es una falta de respeto.
Bordalás eligió ayer el camino de la concordia mientras el valencianismo se debatía entre quienes piensan que fue un señor, los que se sintieron decepcionados con sus palabras y quienes creen que 700.000 euros tienen la culpa. También los hay que piensan que Bordalás quiso rebajar su imagen de entrenador conflctivo. Solo hay 4 equipos en primera división que no tienen un “dueño” y Bordalás quiere seguir entrenando y no cerrarse ninguna puerta.
Y hay una cosa que me sorprendió muchísimo. Cuando dijo eso de que estaba dispuesto a ayudar al entrenador que venga. ¿A ese que ha negociado con un club que tenía entrenador a espaldas del mismo? ¿En serio?
Creo que ayer Bordalás se pasó de valencianista y de buenismo. Y estoy casi convencido que a la mayoría de la afición no le gustó. Deben pensar eso de… si los profesionales del fútbol que han sufrido en sus carnes las tropelías de Meriton no las denuncian públicamente… es que estamos solos en nuestra pelea para échales del Valencia.