Hoy con Leleman venía pensando en… aquello del director deportivo.
Antes de arrancar el verano la intención del Valencia era firmar un director deportivo. O al menos así lo aseguraban todos en el club. Que si Ramón Planes, que si Leonardo… Se va a acabar el mercado… y el Valencia seguirá sin director deportivo. La pregunta sería ¿era o es necesario?
La respuesta, para mi, sería sí. Eso sería lo normal en cualquier club de fútbol. Pero el Valencia no es para nada normal en ese aspecto. Teniendo a Jorge Mendes como uno de los socios del propietario… ¿para que quieres un director deportivo? Samuel Lino o Nico González están ya aquí gracias a él. Y para eso, solo para eso, para hacer operaciones con futbolistas se compró Lim el Valencia ayudado por su socio Jorge Mendes.
La siguiente pregunta sería ¿y eso es bueno o es malo? Sinceramente es mas malo que bueno. Y me explico. Sería bueno si Mendes trajera de su cartera buenos futbolistas. Pero a la vez sería malo porque traer a esos futbolistas al Valencia como un paso intermedio, véanse las cesiones, te impide realizar un proyecto a largo plazo con la intención de crecer como club. El Valencia como formador de futbolistas o banco de pruebas de los futbolistas de Mendes, en eso ha convertido Lim al Valencia.
Y es en este contexto en el que la figura del director deportivo sobra. Con Mendes haciendo y deshaciendo a su antojo y con Miguel Ángel Corona, perfil bajo y sin capacidad de decisión en nada es como se construye actualmente el Valencia. Un Valencia de cesiones, de corto plazo, formador de futbolistas y banco de pruebas. Un modelo al que no le hace falta un director deportivo…