Hoy con Leleman venia pensando en… lo de los 70.000 espectadores.
Dice Sandra Gómez, vicealcaldesa de Valencia, que esa es una línea roja. Que si el Valencia quiere unos beneficios similares a los de la ATE debe hacer sí o sí un estadio con capacidad para 70.000 espectadores. Y no se baja del burro. Como si fuera lo único realmente importante la vicealcaldesa ha cogido esa cantinela y de ahí no la baja nadie.
No entiende Sandra que el convenio que se firmó fue en un contexto bien diferente al actual. Y que hoy hablar de un estadio de 70.000 espectadores es una burrada. Sí, una burrada. Y no me digáis que con otra gestión, con otra propiedad o con el Valencia en Champions se llenaría. No lo compro. Lo siento, pero no. Solo hay que mirar atrás para darse cuenta lo difícil que es para cualquier equipo llenar de manera habitual un estadio para 70.000 aficionados. ¿Eso lo entiende la vicealcaldesa?
Me da que Sandra Gómez quiere un estadio para 70.000 porque piensa que de esa manera el Nuevo Mestalla podría albergar grandes citas. Sí, esas que antes criticaban y de las que ahora sacan pecho cuando las hacen. Pero… ¿y el resto del año? ¿Queremos un Valencia que de la sensación de vacío cada partido que juegue? Yo no.
Imagino que Sandra será abonada del Valencia. Ella y toda su familia. Porque ya que exigimos un estadio de 70.000 habrá que contribuir a llenarlo cada domingo ¿no? Y si no lo fuera espero que lo sea al día siguiente de que el Valencia ceda con lo de los 70.000. A ver si vamos a pedir un estadio para 70.000 y luego no vamos a ir.
Yo, que queréis que os diga… me preocupa más que el Valencia tenga la financiación necesaria, los 35 millones adicionales, para acabarlo, me preocupa más que sea un estadio moderno, bonito, con buena acústica, con todas las comodidades para los que vayan, con buenos accesos y del que el valencianista se pueda sentir orgulloso que realmente si es o no de 70.000 para que luego 20.000 butacas se queden vacías…