Valencia CF

11-S, el día en que el Valencia se transformó de caballo a cangrejo

Se cumplen cuatro años de la destitución de Marcelino

Eduardo Esteve

Valencia | 11.09.2023 10:39

Marcelino, durante el partido contra el Arsenal
Marcelino, durante el partido contra el Arsenal | Reuters

El 11 de septiembre de 2019 no es una fecha cualquiera en la historia del valencianismo. Después de clasificarse dos años seguidos para disputar la Liga de Campeones y conseguir, once años después, un título de Copa del Rey, ese miércoles Peter Lim decidió apretar el botón de la destrucción y convertir lo que era un caballo ganador en un verdadero cangrejo, como profetizó el mismo Marcelino.

Fueron dos años en los que el magnate de Singapur se alejó de la gestión del club e incluso alejó a su secuaz Anil Murthy de ella. Mateu Alemany se había hecho cargo de la Dirección General ycontratar a Marcelino para el banquillo fue una de sus primeras decisiones. Con casi plena autonomía, esos dos años fueron sin lugar a dudas los más exitosos de la era Meriton. Pese a las dudas iniciales, el proyecto se convirtió en un equipo disputando dos años seguidos la Champions y llegando a unas semifinales de Europa League además de conquistar el título de Copa del Rey ante el FC Barcelona de Messi.

Mientras la dupla Mateu-Marcelino trabajaban con la intención de que el equipo fuera creciendo más y más hasta ponerse a la altura de los grandes del fútbol europeo, Anil Murthy y Peter Lim decidieron poner punto y final a ese crecimiento el 11 de septiembre de 2019 no se sabe muy bien porqué motivos. La plantilla, aquel año 2019, llegó a tener un valor de mercado, según el portal especializado Transfermarkt, de 499 millones de euros. En cuatro años su valor ha descendido hasta los 147 millones en la actualidad..

Como escribió recientemente Conrado Valle en el Diario As, "creyó Peter Lim ayudado por Anil Murthy que cambiando el jinete, el caballo correría igual". Pero no solo no lo hizo con la llegada de Celades sino que tal y como profetizó Marcelino antes incluso de su destitución, se convirtió en cangrejo. Y desde el 11-S de hace cuatro años, no ha parado ni un solo momento, de andar hacia atrás.