El primer equipo del CF La Nucía jugaba su primer partido sin Raúl Garrido y con Kiko Lacasa en el banquillo. El cambio de entrenador no fue un revulsivo pero, al menos, no hubo derrota.
En descargo de Lacasa hay que decir que el nuevo técnico no ha tenido tiempo para trabajar con sus hombres a fondo y cambiar las rutinas, estrategias y modo de juego y, el empate, casi es un alivio. Sin embargo, sigue preocupando la falta de goles, el no saber rematar en las pocas ocasiones de peligro que crean los rojillos y en no poder crear más, según parece.
Habrá que darle un margen a Kiko, por supuesto, y no ponerse nerviosos porque es cierto que ahora mismo se está en zona de descenso y muy de descenso, como diría el otro. Pero queda mucha liga, de momento se han resistido los rojillos a una nueva derrota y vamos a ver qué se puede sacar de todo ello con algo más de tiempo. De momento, el partido era difícil y lo importante era, dice Lacasa, “cortar la sangría”. Por eso, el entrenador se muestra contento.
Los árbitros estuvieron bien, según Lacasa, salvo por dos momentos muy decisivos que pudieron ser penalti y que podrían haber modificado el resultado.