La nave cerrada para la carga y descarga de las mercancías pulverulentas del Puerto de Alicante podría estar operativa a finales del mes de junio. Así lo han anunciado esta mañana el Presidente de la Autoridad Portuaria, Julián López y la consellera de Medioambiente, Mireia Mollà, en la visita a estas instalaciones que “dan solución a una antigua reivindicación de los vecinos de los barrios del entorno portuario”.
A ellos se ha dirigido especialmente Mireia Mollà, al afirmar con “toda rotundidad que, cualquier actividad que pudiera generar molestias o algún tipo de impacto ambiental, estará acotada a la nave interior”. Mollà llama a la tranquilidad porque “el acopio de biomasa, como actividad complementaria de menor calibre; se puede desarrollar en el exterior porque No tiene impacto medioambiental”.
Y es que parece que mientras que los colectivos que tanto han demandado la nueva nave por el perjuicio que suponía el polvo en suspensión de la carga y descarga de graneles, han detectado ahora que hay otras actividades como el almacenaje de biomasa que “podrían ser preocupantes”. "No lo son, no entrañan ningún peligro”; según ha insistido también el Presidente de la Autoridad Portuaria, Julián López, al felicitarse porque, con el inicio de las pruebas a primeros de junio, la nueva nave promovida y concesionada por Eifage, podría funcionar dentro de un mes.
Esta infraestructura está casi terminada en el muelle 17 del Puerto de Alicante. Tiene una superficie de ocupación en planta, de casi 14.000 metros cuadrados y una altura aproximada de 26 metros. La inversión supera los 17 millones de euros y dispondrá de un volumen de almacenamiento de 70.000 metros cúbicos.
La nave dará cabida a toda la maquinaria necesaria para el tratamiento de los graneles, en sus procesos de carga y descarga los barcos y eliminará así las emisiones a la atmósfera de las partículas de este tipo de mercancías.
